Los viñedos de Boordy Vineyards se encuentran en las suaves colinas situadas al norte de Baltimore, en la meseta de Piedmont de Maryland. Si quieres catar o comprar los vinos que producen aquí, puedes visitar el valle o reservar un recorrido guiado por los viñedos y las bodegas.
Los orígenes de Boordy se remontan a la Ley Seca. Frustrados al ver que la prohibición del consumo de alcohol amenazaba con destruir el sector del vino estadounidense, Philip y Jocelyn Wagner plantaron una pequeña vid en su terreno y empezaron a vender esquejes de la planta por todo el país. En 1945 fundaron una bodega comercial. La familia Debord compró el viñedo en 1980 y continuó con la firma Boordy en una nueva explotación, bautizada como Long Green.
El clima templado de Maryland y las facilidades que ofrece el suelo para las raíces resultan favorables para el cultivo de la vid. En los viñedos de Boordy se cultivan seis variedades de uva repartidas por 16hectáreas, con una producción anual de 370.000litros de vino.
Aquí te enseñarán qué proceso se sigue desde la vendimia hasta la cata, por medio de una visita guiada de los terrenos y la bodega. Empezarás por los viñedos, una experiencia que cambia con las estaciones: según la época del año, puede que asistas a la poda, el deshojado o la vendimia. A continuación pasarás a un enorme granero, situado en medio de un grupo de instalaciones agrícolas que datan del sigloXIX. Aquí podrás observar el proceso de elaboración del vino y aprenderás cómo se crean las tres líneas distintas de vino de Boordy. La visita finaliza en la sala de cata, donde te invitarán a probar caldos selectos. La tienda ofrece todas las añadas comercializadas actualmente por la bodega, así como botellas de chardonnay, shiraz y rosé de la serie especial Landmark Series.
Los viñedos de Boordy Vineyards se encuentran en el valle de Long Green, dentro del Condado de Baltimore, a unos 30minutos en coche desde el centro de Baltimore, en dirección noreste. También están a tiro de piedra en coche si vienes desde Washington D.C., Annápolis o Filadelfia.
Cierran los domingos por la mañana y en algunos festivos nacionales de gran importancia. Las visitas públicas tienen lugar por la tarde. La entrada es gratuita, pero sí hay que pagar una tarifa por participar en la cata. Los grupos formados de menos de diez personas pueden acudir a realizar la visita sin reserva previa. Las instalaciones disponen de espacio de sobra para aparcar.