La catedral de Alejandro Nevski es una extravagante obra maestra situada en lo alto de la colina de Toompea, en el corazón del casco antiguo. Se construyó a finales del sigloXIX en el estilo renacentista ruso y se caracteriza por su gran tamaño y sus emblemáticas torres negras. Esta majestuosa estructura eclesiástica presenta, además, una decoración muy profusa en su interior.
Prepárate para sacar bellas fotos de este famoso edificio coronado por cinco cúpulas de cebolla que sostienen cruces de hierro dorado. Para disfrutar de las mejores vistas de la catedral, debes acudir al mirador de la iglesia de San Olaf, en los alrededores. Y no te la pierdas de noche, cuando las luces doradas iluminan las imponentes columnas y los arcos de la fachada.
Las torres albergan un conjunto de campanas impresionantes entre las que destaca la más grande de Tallin, que pesa 15toneladas. Escucha las potentes melodías de las once campanas al unísono antes de cada servicio religioso.
Cuando visites el interior de la estructura, no podrás dejar de admirar el cálido brillo que genera la suntuosa decoración. Durante el recorrido verás intrincados mosaicos, iconos religiosos y otras obras de arte que embellecen la nave principal.
Puedes descubrir la iglesia como parte de una visita a pie para conocer más a fondo estos tesoros artísticos y la historia del templo. Está dedicado a san Alejandro Nevski, que ganó la batalla del lago Peipus, o batalla del Hielo, en 1242. En sus orígenes, allá por el 1900, fue bastante impopular entre los estonios, ya que se consideraba un signo de la opresión rusa durante el régimen zarista. Tras un período de deterioro, la construcción se restauró para devolverle su gloria anterior.
La entrada a la catedral es gratuita. Abre al público todos los días, desde por la mañana hasta por la noche.
La catedral de Alejandro Nevski se encuentra en el centro de Tallin. Para llegar, puedes coger el autobús hasta Vabaduse Väljak y caminar en dirección noroeste a través del parque Hirve. En esta zona también encontrarás otras atracciones fascinantes como el Museo Arqueológico, la iglesia de San Nicolás y la catedral de Santa María.