Nieves es una delicia del Caribe que contraviene su estado de isla pequeña con grandes fincas y playas muy animadas. Desde que Colón la avistó en 1493, sus verdes paisajes han sido una fuente de inspiración que le han valido apodos como Dulcina (isla dulce). Dado que en ella solo residen unos pocos millares de lugareños, el paisaje natural de Nieves sigue siendo virgen, lo que resulta muy agradable.
El punto de partida es Charlestown, un pequeño municipio cuyas magníficas casas georgianas reavivan su pasado colonial. Aquí, en el Museo de Historia de Nieves, podrás contemplar exposiciones sobre la herencia colonial. Además, el museo se encuentra en la antigua casa de Alexander Hilton, uno de los padres de la Constitución de los Estados Unidos.
Al este de Charlestown, se encuentra la finca de Montpelier, donde abundan los jardines botánicos a la sombra de las palmeras. Deléitate ante las esculturas de estilo maya que encontrarás en los alrededores del magnífico adosado.
Si te apetece ver los puntos de referencia históricos de la isla, también puedes recorrer en bicicleta los 48 kilómetros de la ruta patrimonial que rodea Nieves. Disfruta del halo de realeza del Hospital Alexandra, saca fotos de la estructura de piedra de la finca de Golden Rock y contempla el Bath House, de piedra grisácea, uno de los hoteles más antiguos del Caribe. Detente a tomar algo en Nelson’s Spring, el lugar donde el héroe de la marina británica Horatio Nelson consiguió reponer sus barcos. También puedes visitar la Iglesia de Cottle y contemplar las obras de su constructor, John Cottle, un expresidente de Nieves.
Nieves es un destino popular entre las parejas que buscan una boda espectacular, conocido por la belleza de sus iglesias, como la Iglesia anglicana de San Pablo con sus ventanas azules, cerca de Jessup's Village.
En el Hermitage, una finca rústica de madera, puedes montar a caballo o empezar la ascensión hacia el Pico Nevis. Para subir este volcán de 980 metros de altura se necesitan unas cuantas horas, pero las magníficas vistas que ofrece de San Cristóbal valen la pena.
También puedes alquilar un yate y dirigirte hacia la costa oeste de Nieves, todavía sin explotar, y aprovechar para sacar fotos de la impoluta playa de arena blanca de Eden Brown Bay. No olvides traer el equipo de buceo, ya que podrás ver tortugas deslizarse por las aguas celestes.
Desde muchas capitales del mundo se puede llegar al aeropuerto internacional de Nieves. Otra opción es llegar desde San Cristóbal a través del Sea Bridge Ferry, en el que también se permite transportar vehículos, por si decides alquilar uno.
En el spa de Hamilton Beach podrás aprovechar para tomar el sol y relajarte. Después, puedes disfrutar de una buena ración de pollo picante en Pinney’s Beach y continuar la noche con música y ron en uno de los muchos bares de playa.