Esta extraordinaria iglesia forma parte importante de la historia de Mellieħa, y logró transformarse de puesto fronterizo sobre las rocas a bello lugar de interés turístico.
Descubre interesantes páginas de la historia en la iglesia parroquial de Mellieħa, la joya más preciada de esta localidad septentrional. Esta estructura, llamada también iglesia de la Natividad de la Virgen María, está situada en lo alto de una colina rocosa, por lo que ofrece vistas espectaculares de la bahía.
Mellieħa experimentó un renacimiento urbanístico en el siglo XIX con la ocupación inglesa. La bella iglesia parroquial se construyó en esta época. La construcción fue un evento de gran trascendencia, y los propios lugareños transportaron las piedras necesarias desde una cantera cercana. Quizá por eso este templo tiene un aspecto más moderno que otros de Malta, aunque su diseño es decididamente atemporal. Su interior es elegante, con bellos suelos de mosaico, un techo alto y detalles blancos y dorados por todas partes.
La construcción de la iglesia de Mellieħa fue un proyecto muy importante para la comunidad, y el cariño y los cuidados que pusieron en su construcción resultan evidentes. Observa la gran cúpula y las cinco campanas, que se instalaron gradualmente a lo largo del siglo XX. También verás distintas obras de arte de artistas malteses de renombre en aquella época.
Debido a siglos de abandono y a la constante amenaza de ataques de los corsarios que surcaban el mar Mediterráneo, la gente que vivía en la zona necesitaba un lugar sagrado en el que refugiarse. Este lugar fue el santuario de Nuestra Señora, que puedes visitar en la actualidad. Lo encontrarás situado en el lateral sur de la iglesia. Se dice que su fresco de la Madonna lo pintó san Lucas. También se dice que fue el propio san Pablo el que bendijo el santuario. Sea como sea, su decoración es digna de contemplar y está llena de objetos sagrados y votivos, como pequeñas imágenes religiosas con velas encendidas alrededor. Sigue bajando y, en un nivel inferior al santuario, verás una pequeña gruta de ambiente acogedor con un altar dedicado a María.
Como ves, una visita a la iglesia de Mellieħa abarca distintos aspectos históricos y refleja el espíritu de los rudos lugareños que vivieron aquí, cerca del mar. Después de la visita, te recomendamos disfrutar de un café o de los populares pastizzi en la cafetería de al lado.
