La plaza Altamira es uno de los monumentos más fotografiados de Caracas y destaca por su prominente obelisco, que mide 24 metros, un espejo de agua y una fuente. Este atractivo lugar es uno de los espacios de ocio más populares de la ciudad. Es ideal para ir a pasear, relajarse y ponerse al día con los amigos y, en algunas ocasiones, también se convierte en el centro de concentraciones políticas.
Pasea por la plaza para apreciar detenidamente todos los elementos que la componen. No olvides la cámara para fotografiar el obelisco. Si quieres una fotografía inolvidable, encuadra la plaza con el cerro del Ávila de fondo. En frente de la gran columna hay fuentes y una estatua de la Virgen María. Si tienes la oportunidad, regresa a la plaza por la noche, cuando el obelisco luce los colores de la bandera venezolana.
Acércate hasta el espejo de agua, donde el agua que brota desciende hasta un amplio canal que desemboca en la parte inferior de la plaza, que esconde un pequeño centro comercial. Pasea entre los árboles y las isletas simétricas de césped.
Un buen plan puede ser comprar un helado a algún vendedor ambulante y sentarte en un banco para disfrutar del ambiente y de las vistas. La plaza Altamira es un lugar muy concurrido. Las noches de verano son las más frecuentadas, sobre todo si hay algún concierto al aire libre. Aquí también se celebran otros eventos públicos durante todo el año, como ferias de libros y festivales de comida.
Después de la visita, puedes entrar en alguno de los restaurantes o cafeterías de la zona si te apetece comer o tomar alguna cosa.
La plaza Altamira se encuentra en la zona este de Caracas, a unos cinco kilómetros del centro. Está emplazada en el corazón del barrio rico de Altamira y la rodean las principales arterias de la ciudad. Es muy difícil encontrar aparcamiento en los alrededores, pero hay una estación de metro justo en frente. También puedes llegar en autobús o taxi. Es posible que escuches a los lugareños referirse a este lugar como la plaza Francia, que es su nombre oficial.
