Zug es la capital del cantón del mismo nombre en el centro de Suiza, y se extiende en la orilla norte del lago Zugersee, a unos 20 kilómetros al sur de Zúrich. La montaña Zugerberg se alza en el sur de la ciudad, con el pico Hünggigütsch a más de 1000 metros de altura. La primera mención registrada de Zug se remonta a 1242. En esa misma época se construyó la torre del reloj Zytturm, símbolo de la ciudad, en la Kolinplatz del casco antiguo. El reloj astronómico de la torre es una de las atracciones principales durante unas vacaciones en Zug. En él se representan las semanas, los meses, las fases lunares y los años bisiestos.
El bonito ayuntamiento, de cuatro pisos, se construyó entre el mercado de pescado y el centro histórico hasta 1509. En esa época, el mercado se encontraba en la planta baja, mientras que en las plantas superiores se celebraban las reuniones del consejo o de la corta. En la sala gótica de la cuarta planta, la antigua sala consistorial, tienen lugar numerosas exposiciones y eventos culturales que atraen a muchos viajeros a Zug. Durante el siglo XVI, la iglesia de St Oswald, que se edificó en 1483 con una sola nave, fue transformada en una impresionante basílica de tres naves. Este importante monumento del casco antiguo de Zug es una de las iglesias urbanas más grandes de estilo gótico tardío en toda Suiza, que deja boquiabiertos a los visitantes gracias a su impresionante arco decorado con una representación del Juicio Final que data de 1866, además de numerosos altares, estatuas y epitafios. Otra gran obra maestra es la decoración del coro.
si encuentras viajes baratos a Zug podrás aprovechar también el interesante panorama cultural de la ciudad. El famoso Kunsthaus Zug ofrece obras clásicas, obras procedentes del museo Wiener Moderne y obras contemporáneas. La colección del Wiener moderno incluye cuadros de pintores tan famosos como Oskar Kokoschka, Egon Schiele y Gustav Klimt. En 1999, el museo dedicado a la prehistoria fue galardonado con el premio al mejor museo europeo del año. Sus exposiciones describen la historia del cantón de Zug desde la Edad de Piedra hasta principios de la Edad Media, con hallazgos arqueológicos, maquetas y fieles reconstrucciones.
Y en un viaje al lago de Zugersee no puede faltar un buen chapuzón en sus aguas. Para los niños hay una suave playa al oeste del centro de la ciudad para adentrarse poco a poco en el agua. Los amantes de los deportes acuáticos encontrarán un sinfín de oportunidades para practicar sur, wakeboard, kayak o buceo. En las orillas verás a los patinadores y a los parapentistas demostrar sus habilidades. También puedes disfrutar de una acampada en el espectacular entorno de los Alpes.