Estarás en un complejo turístico costero visualmente espectacular, con casas de colores entre colinas tapizadas de verdes y el azul turquesa del mar, calles estrechas empinadas y edificios majestuosos. Sus dos puertos están rodeados de cuatro playas con encanto en las que descansar a gusto después de visitar los monumentos de la ciudad.
Al llegar, seguramente te llamará la atención la impresionante Fortaleza de Saint-Elme. La construyó el duque de Saboya en el siglo XVI y cuenta con bellos jardines con vistas al puerto y varios museos de entrada gratuita. Más arriba en las colinas encontrarás otra construcción de esta época, el Fuerte Mont Alban, cuya posición estratégica regala vistas panorámicas de la costa desde Antibes hasta Italia. Ya en el puerto, verás un pequeño edificio con una fachada muy peculiar. Se trata de la capilla de Saint-Pierre des Pêcheurs, construida en el siglo XVI pero que redecoró el genio de Jean Cocteau.
Después, te recomendamos recorrer el casco viejo y su laberinto de callejuelas empinadas adornadas de flores, o dar un paseo por la Darse de Villefranche-sur-Mer, el bonito puerto deportivo. Para cenar, puedes escoger entre los numerosos restaurantes que bordean el Port de la Santé, al norte. La playa Marinière, situada dentro del puerto, y la de Darse, más pequeña y tranquila, son fantásticas para tomar el sol. Los viajeros más activos pueden practicar deportes acuáticos como vela, remo, buceo o buceo de superficie, estos últimos muy populares por la belleza y la profundidad del lecho marino.
Los paquetes de vacaciones en Villefranche-sur-Mer permiten visitar, por ejemplo, Niza, ya que ambas localidades se encuentran muy cerca. El acceso es muy fácil gracias a las tres magníficas carreteras costeras que unen Niza y Menton. Otra opción es el tren: la estación de la ciudad forma parte de la red TER PACA. Si vienes en avión, puedes aterrizar en el Aeropuerto de Niza, a menos de 13kilómetros de distancia. Llegues como llegues, los viajes a Villefranche-Sur-Mer proporcionan la misma alegría que la de encontrar una perla en el interior de una ostra. Esta joya de la Costa Azul te recibirá con los brazos abiertos. ¿A qué esperas para descubrirla?