La vivienda es muy acogedora y está muy bien equipada. Los jóvenes disponen de una sala de juegos fabulosa. La atención de Jean Pierre es muy acogedora (un señor con mucho "swing", se ve que sabe tratar a sus clientes); nos explicó muy bien los lugares a visitar, y nos facilitó mucha documentación, y lecturas para los jóvenes. En el conjunto hay una capilla consagrada que es una verdadera joya.
La vivienda no tiene TV, lo cual es una gran ayuda para desconectar. Debería mejorar el WiFi: tiene amplificador pero no está bien configurado
Aconsejamos está bonita vivienda, y su entorno. Si volveme s a visitar Normandía, repetiremos.