Túnez es una ciudad con mucho movimiento, que ofrece una mezcla culturas muy exótica, entre las que destacan la árabe, la romana y la europea. Podrás visitar ruinas históricas, lanzarte a regatear en los zocos o relajarte en los complejos que encontrarás en las playas.
En el corazón de esta ciudad costera, en la medina o barrio antiguo, hay palacios, mezquitas y monumentos. Disfruta de las vistas, los sonidos y los sabores que ofrecen sus zocos. Las calles estrechas están llenas de una gran variedad de tiendas y puestos en los que se venden perfumes, telas, productos de panadería y confitería, especias y obras de artesanía. Regatea y compra los recuerdos que quieras y, después, detente en una cafetería para disfrutar de un energético té de menta con hierbabuena o de un café bien fuerte.
También puedes pasear por la calle Jamaa Ezzitouna hasta llegar a la Gran Mezquita, de más de mil años de antigüedad. Los visitantes no musulmanes pueden pasear por el patio y contemplar la mezquita desde la galería que hay cerca de la entrada. En la medina podrás descubrir otros tesoros de la arquitectura, como el Dar El Bey (Palacio de Gobierno) y el Tourbet Aziza-Othmana (Mausoleo de Aziza-Othmana).
La Ville Nouvelle, ya fuera del casco antiguo, es la parte nueva de la ciudad, construida por los franceses a finales del siglo XIX. Explora los amplios bulevares con sus cafeterías, pastelerías y edificios coloniales, y contempla el contraste extremo que existe en relación con las caóticas calles de la medina.
En el año 146 a. C., los romanos destruyeron Túnez y construyeron su propia ciudad, una ciudad que se convirtió en una de las más ricas del Imperio romano. En el barrio periférico de Cartago, al norte, podrás contemplar las ruinas de este asentamiento antiguo y las reliquias de los templos, los palacios y las viviendas. Además, en el Museo Nacional del Bardo encontrarás una gran colección de mosaicos de la época romana. También podrás contemplar una gran variedad de exposiciones en las que se describe la evolución de Túnez desde la prehistoria hasta la actualidad.
A menos de media hora en coche desde el centro de Túnez, encontrarás una gran cantidad de playas mediterráneas. En la playa de Cartago podrás practicar esquí acuático, parapente, submarinismo y surf. Por otro lado, La Marsa es un lugar ideal para tomar el sol, nadar y montar en camello.
El principal punto de entrada a Túnez es el Aeropuerto Internacional de Túnez-Cartago, que se encuentra a 8 kilómetros de la ciudad. Finalmente, para moverte por la zona puedes alquilar un coche, o bien desplazarte en taxi, en autobús o en metro. Los hermosos edificios de Túnez, su apasionante historia y su rica cultura hacen de ella una ciudad seductora y llena de contrastes.