El origen de Torre del Mar se remonta a la época fenicia y, de hecho, son abundantes los restos hallados de la civilización en este gran puerto natural. Durante la Edad Media, la ciudad fortificada protegía la costa de asaltos de piratas y su castillo servía de aduana. De este último quedan algunas ruinas en las calles Angosta, Ancha y Remo y en la plaza de la Axarquía.
El nombre del pueblo proviene de una torre de vigía utilizada durante la ocupación musulmana en el siglo X. Hoy, la única almenara que se conserva es el faro. En realidad, se trata de varios faros, pues fue necesario reemplazarlo hasta en tres ocasiones por el retroceso de la línea de la costa. El más antiguo se encuentra entre los edificios de apartamentos de la calle Barracas Pte., y los otros dos se sitúan en el paseo marítimo.
El Museo de la Caña de Azúcar, inaugurado en 2014, es un homenaje a la célebre fábrica propiedad de la familia Larios. Esta factoría fue el motor económico del pueblo a mediados del siglo XIX, tras la instalación de una máquina de vapor. El espacio, de 1.200 metros cuadrados, alberga la antigua maquinaria industrial, y en él aprenderás cómo se obtenía el azúcar de caña.
El paseo Larios es una tranquila rambla que invita a pasear. Desemboca en la plaza presidida por la parroquia de San Andrés Apóstol, una bonita iglesia de diseño moderno que se construyó en sustitución de un antiguo templo. En verano, los conciertos que se celebran en su interior atraen a muchos parroquianos. Por ello, es recomendable consultar su agenda si eliges los viajes baratos a Torre del Mar.
Para llegar a este popular destino turístico, situado en la provincia de Málaga, lo más sencillo es volar hasta el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, ubicado a unos 35 kilómetros al oeste por la A-7. Nosotros te recomendamos elegir los paquetes de vacaciones en Torre del Mar para una mayor comodidad.