Hoteles históricos en Stari Grad

En tus planes, puedes incluir un recorrido por los puntos de relevancia histórica durante tu viaje a Stari Grad. No pierdas la oportunidad de empaparte de su ambiente universitario o dar una vuelta por el puerto, entre las muchas actividades disponibles.

Hvareno es un bed and breakfast de 3 estrellas disponible en Expedia que te encantará si te apasiona la historia y, además, cuenta con desayuno gratuito y balcones privados. Castillo de Tvrdalj está a solo 18 min en coche.

En Stari Grad encontrarás 462 opciones de alojamiento disponibles en Expedia, pero no muchos hoteles históricos.

Stari Grad goza de especial popularidad por contar con espacios tan atractivos como Iglesia de San Pedro, Castillo de Tvrdaljy Purkin Kuk. Puedes añadir estas dos paradas a tu itinerario: Playa de Lanterna y Museo Stari Grad.

Los hoteles históricos les dan a los huéspedes la oportunidad de alojarse en un establecimiento reconocido oficialmente por su valor histórico. En el mundo hay todo tipo de hoteles históricos: castillos, palacios, o incluso antiguas comisarías o rascacielos. Más allá de su origen, estos edificios tienen cierto interés histórico. Los hoteles históricos de Stari Grad aún conservan elementos originales en las zonas comunes o en las habitaciones, como una arquitectura tradicional.

Son bastante similares. “Hotel histórico” se usa en algunas regiones, mientras que, en otras, es más frecuente utilizar “hotel patrimonial”. Los hoteles históricos suelen dar más relevancia a la arquitectura y el edificio. Los hoteles patrimoniales se centran principalmente en el valor cultural del lugar y su aporte a la comunidad.

Sí. Aunque se hace todo lo posible por mantener las decoraciones tradicionales y las fachadas, el interior del hotel cuenta con servicios modernos y medidas de seguridad. Los turistas pueden esperar los servicios e instalaciones habituales de un hotel moderno, como Smart TV, wifi y baños con todas las comodidades. Reservar un hotel histórico en Stari Grad no significa dormir en un lugar anticuado o incómodo.