Una de las ciudades más grandes del mundo que aúna trazos de la antigua cultura china, edificios coloniales y diseños futuristas.
En 1930, Shanghái, tierra de encuentro entre Oriente y Occidente, era conocida como el “París de Oriente”. Si bien las guerras y las revoluciones ralentizaron su desarrollo, en las últimas décadas ha experimentado un resurgir y se ha convertido en una ciudad de carácter internacional que aún conserva las múltiples riquezas heredadas de su pasado.
Una salida en barco por el río Huangpu te permitirá disfrutar mejor del fantástico equilibrio entre el pasado y el futuro de Shanghái. En una de las riberas del río, se encuentra la zona de Pudong, sede de algunos de los modernos lugares emblemáticos de la ciudad como la Torre de la Perla Oriental, la Torre Jin Mao y el acuario oceánico de Shanghái. En la ribera opuesta del río, se asienta el Bund, zona que contrasta con los edificios futuristas de Pudong. En ella, dispones de una interesante colección de edificios de estilos “art déco”, así como neoclásicos y barrocos.
Más allá del Bund se asienta la Concesión Francesa, en la que las históricas viviendas de estilo “art déco”, pertenecientes a la antigua alta sociedad europea de la ciudad, están ahora repletas de restaurantes, tiendas de moda y bares. En los alrededores, no te pierdas las casas de estilo “shikumen”, las tiendas y los locales de ocio nocturno de Xintiandi.
Los espacios verdes de Shanghái te ofrecen un lugar apartado de las bulliciosas calles en el que descansar. El Parque del Siglo, el más grande de la ciudad, ofrece al visitante la posibilidad de montar en bicicleta, jugar en un minigolf o recorrer las topiarias ornamentales. Por la tarde, recorre el parque y el paseo junto al río en Pudong y no te pierdas, en la margen opuesta del río, la fantástica iluminación del Bund. En la parte antigua de la ciudad, dedica algo de tiempo a admirar los estanques con carpas “koi” del jardín Yu Yuan con siglos de antigüedad.
Los templos budistas de Shanghái ofrecen tranquilidad y te permiten adentrarte en la cultura local. Visita el Templo del Buda de Jade donde encontrarás dos enormes estatuas de Buda realizadas en jade blanco. En el centro de Shanghái, concretamente en el templo Jing’an, podrás contemplar una estatua de Buda en jade aún más grande, la mayor de este tipo en la China continental.
Los desplazamientos por Shanghái son sencillos gracias al eficaz servicio de metro y autobuses de la ciudad. No obstante, no te olvides de llevar unos zapatos cómodos, ya que Shanghái es una ciudad que recompensa al caminante con una fascinante visión de la vida local, así como de las zonas menos visitadas.