En Rávena, una pintoresca ciudad del noreste de Italia, te esperan mosaicos espectaculares. Su calidad es tan alta, que las iglesias que los albergan han sido declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco. Pasea por el casco antiguo de Rávena para recorrer sus iglesias repletas de mosaicos, visitar la tumba del poeta del siglo XIII Dante Alighieri y caminar por sus calles salpicadas de restaurantes y bares con encanto.
El Baptisterio Neoniano es el monumento más antiguo de Rávena. Es de forma octogonal y está construido con ladrillos rojos. Podrás admirar los importantes mosaicos que decoran sus paredes. En el techo hay un mosaico de san Juan Bautista con Jesús en el río Jordán.
A pocas manzanas de distancia en dirección norte encontrarás la iglesia de San Vital, del siglo VI. Contempla el complejo mosaico que cubre casi todas las paredes y el techo. Al lado está el mausoleo de Gala Placidia, que alberga algunos de los mosaicos mejor conservados de toda la ciudad. Y ya que estás en el centro histórico, acércate a la basílica de San Apolinar Nuevo, que data del año 493. Sus mosaicos representan santos y parábolas de Jesús. Fíjate en la combinación de los estilos occidental y oriental del edificio.
La tumba de Dante Alighieri se encuentra a dos manzanas de la basílica en dirección oeste. El poeta del siglo XIII pasó sus últimos años en Rávena.
Al noreste del casco viejo de la ciudad se encuentra el mausoleo de Teodorico, que cuenta con un jardín muy bien cuidado y un curioso techo, realizado con un único bloque de piedra.
Si viajas a Rávena con tu familia, no te pierdas el parque de atracciones Mirabilandia. Lo pasaréis en grande en las montañas rusas. También hay atracciones más pequeñas para los niños. Por la noche, puedes cenar en uno de los bonitos restaurantes del centro histórico de la ciudad. La zona de Rávena es famosa por sus pescados, quesos y su pasta.
Rávena se encuentra a 83 kilómetros de Bolonia. También es posible llegar a Rávena en ferri: la ciudad está a solo 8 kilómetros del mar Adriático.