La más antigua de las dos puertas de Friburgo es una de las estructuras más emblemáticas de la ciudad, además de un excelente punto para comenzar a explorar el casco antiguo en los viajes a Friburgo. Martinstor data de principios del siglo XIII, lo que la convierte en una de las estructuras con más historia de la ciudad. Este acceso medieval está rodeado de edificios de época y calles adoquinadas, un sitio fantástico para hacer fotos. Sentirás que viajas al pasado al explorar los alrededores de Martinstor.
Martinstor es uno de los dos puntos de entrada originales al centro histórico, por lo que es el sitio ideal para comenzar tu paseo por la ciudad. Contempla el techo alto de su torre y el reloj en la fachada, que se eleva por encima de la ciudad. En un inicio, Martinstor era más pequeña, pero se triplicó su tamaño original debido al rápido desarrollo urbano de principios del siglo XX. Actualmente, la torre de Martinstor tiene unos 60 metros de altura y está rematada con un techo al estilo del siglo XV.
Fíjate en el espacio vacío que hay en el muro de la entrada. Una pintura de San Martín de Tours ocupó ese lugar durante 250 años, pero fue retirada en 1968. Desde entonces, el espacio está reservado para otra obra, aunque el gobierno de la ciudad aún no ha elegido ninguna.
También verás la placa conmemorativa de la ejecución de tres mujeres acusadas de brujería en el siglo XVI. Esta marca el lugar donde murieron quemadas y nos recuerda sus nombres.
Puedes visitar la fortificación Martinstor todos los días de manera gratuita. Sin duda, la mejor manera para explorar todos los rincones del centro histórico de Friburgo es hacerlo a pie. Llegarás fácilmente a la zona gracias a la eficiente red de transporte público de Friburgo. Además, en las calles cercanas encontrarás cafeterías, bares y restaurantes con excelentes vistas a la puerta.