La plaza del mercado de Breslavia es una de las más grandes de su clase en Europa y sintetiza a la perfección el lema de la ciudad: "el lugar de encuentro".Es un auténtico hervidero de residentes, estudiantes y visitantes, por lo que resulta perfecta para relajarse durante unas horas. Aquí podrás admirar la meticulosa reconstrucción de los edificios destruidos en la Segunda Guerra Mundial, llevada a cabo por residentes locales y otras personas que devolvieron a la plaza su antigua gloria. No dejes de observar cómo se cuidó hasta el más mínimo detalle, como una recreación de la picota de piedra que se utilizó para los castigos públicos durante más de 300años.
Recorre el borde de la plaza para apreciar la variada arquitectura, desde el gótico hasta el art nouveau, pasando por todos los estilos intermedios. En el centro se encuentra el antiguo ayuntamiento, cuyos capiteles y construcción de ladrillo rojo ejemplifican una obra maestra de la arquitectura medieval. No te vayas sin ver su reloj astronómico en funcionamiento. En su interior podrás apreciar el Museo de Arte Burgués, que muestra con orgullo el trabajo de generaciones de ciudadanos polacos que hicieron de Breslavia una de las ciudades más importantes de Europa. Si quieres retroceder en el tiempo, dirígete al sótano para dar con uno de los restaurantes medievales más antiguos de Polonia.
Asimismo, si miras hacia uno de los extremos de la plaza, observarás la estatua de Aleksander Fredro. Fredro fue un poeta, dramaturgo cómico y actor polaco que escribió muchas fábulas polacas tradicionales. Su imagen reemplazó a la del káiser Guillermo, cuya estatua permaneció en el mismo emplazamiento hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Si crees en la suerte, la tradición dice que hay que frotar la nariz de la réplica del oso de bronce de E.M.Geyger que se encuentra en el lado sur. Cuando viajes a Breslavia, podrás disfrutar de una bebida o una comida en una de las muchas terrazas de la plaza. Si quieres tener un detalle con tu compañero de viaje o darte un capricho, dirígete a la impresionante plaza de la Sal, donde podrás comprar un ramo en el mercado de flores, abierto las 24horas.
La plaza del mercado es el corazón de Breslavia, por lo que resulta muy sencillo llegar hasta ella desde cualquier punto de la ciudad. Puedes desplazarte en la línea de tranvía que recorre la calle, a solo una manzana de distancia. La plaza siempre está concurrida, sea de día o de noche, y es perfecta para conocer la hospitalidad y la atmósfera de Breslavia de cerca.