La playa del Coronado encarna la famosa mezcla californiana de glamour, tranquilidad y belleza natural. Está a poca distancia en coche del centro de San Diego, al otro lado del puente de la bahía de la isla de Coronado, que se puede cruzar en coche, taxi acuático o ferry (el viaje dura 15 minutos). La zona, conocida por su playa de arena blanca que brilla gracias a fragmentos de mica negra, ha sido un destino vacacional muy popular tanto entre los famosos de Hollywood como las familias desde su creación a finales de los años 80 del siglo XIX.
La playa del Coronado siempre figura en las encuestas sobre las mejores playas. Lo entenderás cuando dejes atrás la ciudad, te quites los zapatos y sumerjas los pies en las agradables aguas de esta playa. Puedes probar suerte con los deportes acuáticos, incluida la pesca, la navegación, el body surf y el motociclismo acuático. También puedes chapotear en una de las múltiples charcas poco profundas que se forman en la arena cuando baja la marea.
La avenida Ocean Boulevard, frente a Central Beach, está flanqueada por sofisticadas mansiones, tiendas exclusivas y caros restaurantes. Tómate un refresco o simplemente entra en el precioso vestíbulo del majestuoso Hotel del Coronado, famoso por aparecer en las películas Con faldas y a lo loco (1959) y Profesión: el especialista (1980). La clásica arquitectura de estilo victoriano de esta mansión construida en 1888 sigue siendo impresionante. El libro de huéspedes posee firmas de importantes personas de la historia de EE. UU.: Thomas Edison, Magic Johnson, Bill Clinton y Babe Ruth entre otros.
En la avenida Ocean Boulevard, hay aparcamiento gratuito, pero tendrás que ir pronto para encontrar sitio. Para explorar un poco más los alrededores, dirígete a las cercanas playas de Glorietta Bay y Silver Strand. En Glorietta Bay, podrás disfrutar de unas excelentes vistas del puente San Diego-Coronado. Si llegas a Coronado por vía marítima, puedes pasear por la zona del embarcadero. Visita las galerías, las boutiques y las tiendas de regalos también puedes simplemente disfrutar del pintoresco entorno mientras comes en una cafetería o restaurante. Si vienes un martes, podrás visitar el mercado agrícola, que ofrece productos frescos locales.