Perpiñán era la antigua capital del Reino de Mallorca y fue española hasta el siglo XVII. Los catalanes se muestran muy orgullosos de su cultura ancestral y la comparten encantados con quienes los visitan. El mar está a solo diez minutos de distancia, las montañas a una hora y la ciudad es un animado y colorido “centro del universo”, como la describió Dalí.
El sol brilla aquí 300 días al año y el suave clima de la zona hará que te sea difícil resistirte a las ofertas de paquetes de vacaciones en Perpiñán. Los viñedos de la región son tan excepcionales como su clima. De hecho, el terreno de esta zona ha recibido la calificación “Vignobles & Découvertes”. Disfruta de un paseo entre vides y calles sombreadas. Después, con la caída del sol, toma asiento en la rue Paratilla, apodada “la calle de las especias”, y saborea una cargolade, una fuente de caracoles a la parrilla, o una porción de anchoas de Collioure. Relájate y déjate abrazar por el sol antes de bailar una sardana al son de la cobla, una orquesta tradicional catalana.
La mayoría de los lugares de interés no cobran entrada. Entre ellos: la catedral de San Juan Bautista, la lonja de pescado, el Museo de Historia Natural, el Fuerte du Serrat d’En Vaquer y sus impresionantes vistas de las llanuras de Rosellón, y la Casa Xanxo, un edificio señorial gótico que recuerda el pasado de la ciudad.
Si te gusta la arquitectura religiosa, Perpiñán puede presumir de capillas, catedrales y claustros en perfecto estado de conservación. El Ancien Evêché, la iglesia de los Dominicanos y el gran convento de las Carmelitas atestiguan un gran fervor religioso a lo largo de los siglos y el espíritu de conquista de los océanos. El Mediterráneo, muy próximo, nos recuerda la enorme influencia que el mar sigue teniendo en la idiosincrasia catalana. Un espíritu reconocible y único: se respira una energía muy especial en distintos festivales y eventos culturales, y resulta palpable un estilo de vida concebido en torno a los pequeños detalles de la artesanía y la gastronomía, con un sentido igualmente único de la hospitalidad.