Vacaciones en Pemogan

Estuvimos seis noches alojados en septiembre de 2015 con el propósito de bucear y creo que no pudimos elegir mejor destino. Entorno idílico a pesar de no tener acceso al mar, la zona no es desde luego apropiada para el baño. La piscina de un tamaño más que correcto y muy limpia en todo momento. El desayuno excelente y la amabilidad del personal del hotel igualmente. La zona al lado del mar donde se ubica el complejo disfruta de un microclima con un fuerte contraste de temperatura con zonas tan solo alejadas cien metros hacia el interior, debido a la constante y moderada brisa marina. No tuvimos la necesidad de conectar el aire acondicionado más que unos minutos al entrar al bungalow. Las noches muy tranquilas y a salvo de los gallos y perros que tanto había leído antes del viaje y que te impedían descansar como es debido. El único sonido de las olas rompiendo en el mar, muy relajante, y para los de sueño ligero el curioso sonido que emiten los geckos pronunciando su propio nombre.

Muy bueno estuvimos muy contentas