4/10
Honestamente de los peores hoteles que me he quedado. Para comenzar los recepcionista no hablan nada diferente al francés, ni español, inglés italiano, portugués.... Nada. El edificio es de papel se escucha absolutamente todo de los cuartos vecinos (hasta la televisión), e incluso desde varios pisos de diferencia. Para hacer check in no hacen nada de registro de tus datos todo lo manejan en cuadernos.. el sistema de llaves del siglo XIX, cada vez que sales debes dejar las llaves en recepción y lo peor es que al pedirlas no validan tu identidad, solo entras y dices el número de habitación. La calefacción aunque si funcionaba no se podía apagar ya que la perilla estaba dañada. Lo positivo la ubicación es fácil para llegar al centro conectado con la linea 1.
Santiago
Se alojó 3 noches en enero de 2025
