Aprovecha tu viaje a Hue para visitar la hermosa pagoda de Thien Mu: podrás admirar su espléndida torre octogonal, rezar al enorme buda sonriente para pedirle buena suerte y explorar sus plácidos pabellones.
Acércate a la pagoda por la parte frontal de la torre, al final de una larga y amplia escalera. Te asombrará su espectacular diseño de 21 metros de altura. Observa las inscripciones decorativas de las historias, que se vuelven cada vez más pequeñas, y recorre los umbríos caminos que rodean la torre para apreciar cada una de sus ocho caras. La torre data de 1844, aunque en este lugar ya había un templo desde 1601.
Cuando hayas terminado de ver la torre, explora los pequeños pabellones que tiene a cada lado. En el pabellón situado a la derecha encontrarás una estela que data de 1715 y que está colocada sobre el lomo de una tortuga de mármol gigante. Menos peculiar, pero igual de sorprendente, es la colosal campana del segundo pabellón. Los lugareños te contarán que, cuando se tañe, su sonido puede escucharse a diez kilómetros de distancia.
Pasa por delante de las gigantescas figuras de los guardianes budistas para explorar el antiguo templo que protegen. Nada más entrar podrás ver la resplandeciente estatua de un buda sonriente, del que se cree que trae buena suerte a todos los que se le acercan. Justo detrás de él hay tres figuras más que representan el buda del pasado, el buda histórico y el buda del futuro.
Completa tu visita dando un paseo por los tranquilos jardines de la pagoda, con zonas de sombra, hermosas plantas tropicales y más esculturas religiosas. Quizá te encuentres con los monjes que residen aquí paseando por los caminos o incluso jugando a algún juego en los jardines.
La pagoda de Thien Mu está situada en lo alto de una colina de la ribera norte del río Perfume, aproximadamente a cuatrokilómetros de distancia del centro de Hue. La entrada es gratuita y abre todos los días de la semana. Para llegar a la pagoda, alquila una bicicleta y recorre el apacible sendero a orillas del río o súbete a uno de los barcos decorados con cabezas de dragón para hacer una entrada triunfal.
