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Disfrutamos mucho de unos días de descanso en este maravilloso monte alentejano, cerca de la naturaleza y lejos de bullicio y coches.
Aunque no sabíamos al principio que compartiríamos el edificio con los huéspedes, Luk y Louise fueron extremadamente amables y siempre cuidaron de que tuviéramos mucha intimada en nuestro apartamento. La sensación es de estar a solas en el Monte. Las vistas desde el porche y la habitación son preciosas y la piscina queda justo frente a tu puerta.
Puedes pasear por el campo, y de vez en cuando verás pasar a alguna de sus perritas o avistarás a los gatos o a las gallinas que les hacen compañía. Se oyen los pájaros, el cuco y las ranas si pones atención.
Zona inmejorable con fácil acceso a muchos lugares de interés por la costa Alentejana y parte del Algarve.
Cecilia B.
Se alojó 6 noches en abril de 2024