La princesa Victoria de la corona sueca contrajo matrimonio con un habitante de Ockelbo, llamado Daniel, hecho que puso en el candelero a este pequeño municipio al norte de Estocolmo. Pero es que, conexiones con la realeza aparte, unas vacaciones en Ockelbo siempre han merecido la pena por su naturaleza salvaje, sus actividades al aire libre, su mercadillo y la paz que ofrece.
Aunque esta comunidad verde y apacible cuenta con menos de 3000 habitantes, su historia se remonta a principios del siglo XIV. El municipio adoptó su nombre del lago Ukle, que hoy en día recibe el nombre de Bysjön. Además de por sus conexiones con la realeza, Ockelbo es conocido por fabricar motos de nieve. Y eso no es todo, pues, durante las temporadas de verano e invierno, el municipio cobra vida con el mercadillo de Ockelbo.
Este mercadillo local, que tendrás el gusto de conocer gracias a nuestros viajes baratos a Ockelbo, atrae a más de 500 vendedores al año, además de a decenas de miles de visitantes y famosas estrellas del pop suecas. El mercadillo de verano siempre tiene lugar durante el fin de semana posterior al solsticio, mientras que el mercadillo de invierno se celebra durante una semana de febrero. En el mercadillo de invierno, puedes probar actividades exóticas como una excursión a bordo de una moto de nieve o de un trineo tirado por perros.
La primera parada para muchos viajeros es la bonita estación de tren, de color marrón y rojo, que se ha convertido en todo un símbolo de Ockelbo. Puedes tomar el tren desde Gävle y llegarás a tu destino en 25 minutos. En la estación también encontrarás la oficina de turismo de Ockelbo.
Los paquetes de vacaciones en Ockelbo te descubren la naturaleza salvaje del municipio, que es uno de sus atractivos principales. Si no quieres irte sin avistar alces, te recomendamos una visita al Algparken. Si te interesan más los osos, siempre puedes reservar un safari de osos guiado, o cualquier otro recorrido de los muchos que se ofrecen.
También puedes pasar un fin de semana de lo más relajante en un balneario o realizando un retiro espiritual, que te acercará a la naturaleza y a ti mismo.
Cuando quieras disfrutar del patrimonio arquitectónico, visita la mansión Wij Sateri, construida en el siglo XVII. Saborea la paz y la tranquilidad que te ofrece el jardín de rosas, descubre la zona de juegos con tus hijos o aprovecha las sombras para escapar del sol veraniego. Deja que la vegetación te inspire y pon a prueba tus sentidos dando un paseo por los jardines de hierbas aromáticas y los huertos. Los viajes a Ockelbo son sinónimo de naturaleza y quietud.