La catedral de Münster, construida en 1225, es uno de los edificios más emblemáticos de la región alemana de Westfalia. Este punto de interés de imprescindible visita en los viajes a Münster está dedicado a san Pablo, y es famoso por su mezcla de estilos, que van desde el carolingio al gótico, así como sus obras de arte y piezas religiosas.
Puedes acceder a esta catedral desde diferentes puntos, pues cada ruta tiene algo especial. El acceso a través de la Domplatz es el más famoso, pero si te aproximas al templo desde el oeste podrás ver uno de los cambios más controvertidos y recientes: un muro de piedra arenisca del estilo de los años50 con el que se reparó una parte de la catedral dañada durante la Segunda Guerra Mundial. La obra es tan controvertida que en la ciudad recibe el nombre de "dial giratorio de Dios".
En el interior de la catedral te impresionarán los magistrales arcos apuntados y, si te das la vuelta, podrás ver el reloj astronómico, construido durante la era de la Liga Hanseática. Este reloj es uno de los pocos que quedan en el mundo que gira en sentido antihorario. A continuación, sigue el pasillo principal hacia el altar mayor, que fue construido en 1619. Este es uno de los altares de piedra más elaborados de Europa. Cuenta con cuatro niveles, y cada uno representa una era de la historia de la religión. Si eres valiente, te animamos a visitar la cripta, donde yacen los restos de generaciones de obispos de Münster.
Al finalizar con el interior, puedes recorrer los claustros del exterior y disfrutar de la calmada energía de los jardines. Si aún tienes ganas de más, también puedes acercarte al Domschatz, el "tesoro de la catedral", que ahora está abierto al público como museo. Cuenta con 700objetos de carácter religioso repartidos en tres plantas, que van desde la época de Carlomagno hasta nuestros días. Además, aquí tendrás la oportunidad de presentar tus respetos a uno de los relicarios de oro más antiguos conocidos, el busto de san Pablo, que se hizo en 1040 y contiene parte del cráneo de este apóstol.
La catedral abre todos los días y la entrada es gratuita. Se ofrecen visitas guiadas sin coste a la iglesia y los claustros, pero debes reservar con antelación. La catedral domina la céntrica plaza de Domplatz, a la que puedes llegar fácilmente en transporte público desde cualquier punto de la ciudad. En un recinto cercano encontrarás aparcamiento de pago.