Atraviesa los grandes arcos y altos techos del espléndido monasterio de Batalha e imagina haber retrocedido cientos de años en el tiempo. Este notable edificio ha convertido la pequeña ciudad de Batalha en un destino obligado para muchos turistas.
El monasterio no es solo una maravilla arquitectónica, sino también una importante reliquia de la historia de Portugal. Cuando viajes a Batalha, podrás descubrir la fascinante historia que se oculta tras su construcción gracias a los folletos y las placas explicativas del edificio. En el interior, visita la tumba del rey JuanI, el monarca portugués que ordenó la construcción del monasterio para celebrar su triunfo contra Castilla en la batalla de Aljubarrota en 1385. La leyenda narra que sus oraciones a la Virgen María lo ayudaron a ganar esta batalla que parecía perdida de antemano. Por este motivo, le dedicó este gran monasterio como muestra de agradecimiento.
No olvides hacer fotos del hermoso exterior del edificio, de lejos y de cerca. En la distancia, la increíble envergadura del monasterio y sus magníficos capiteles te proporcionarán unas instantáneas maravillosas. Si te acercas, verás los muchos e impresionantes ejemplos de piedra tallada y trabajos de forja, verdaderas obras de arte por derecho propio. Tampoco puedes perderte las estatuas de santos colocadas a lo largo de las paredes: ¡a ver cuántas puedes contar!
Si caminas por la gran entrada del monasterio, la belleza de su interior te nublará los sentidos. Contempla algunos de los trabajos en piedra más impresionantes del edifico en el claustro real, que está lleno de intrincadas tallas. Tampoco dudes en acercarte a la capilla del fundador para presentar tus respetos al rey JuanI en su lugar de descanso eterno. Asimismo, encontrarás muchas otras figuras históricas enterradas en el monasterio, como su esposa, Felipa de Lancaster, que comparte tumba con el monarca. La sección del monasterio que sirve de monumento a los caídos, donde podrás ver tumbas más recientes pertenecientes a soldados portugueses del sigloXX, también merece una visita.
En cuanto a los desplazamientos, el monasterio de Batalha se encuentra a aproximadamente unahora y media desde Lisboa. Sin embargo, si no vas en coche, el trayecto puede ser algo más largo, así que aprovecha para pasar la noche en una de las pintorescas ciudades costeras más cercanas, como Fátima, Alcobaça o Nazaré. La verdad es que, aunque la entrada sea de pago, vale mucho la pena contemplar el notable interior de este edificio.
