La torre del puente de Malá Strana es una de las dos que ocupan el extremo oeste del mundialmente famoso puente de Carlos, un rincón perfecto para conseguir unas fotos fantásticas durante los viajes a Praga. Ambas estructuras flanquean una puerta que marca la entrada a la Ciudad Pequeña de la capital checa, Malá Strana.
Merece la pena dedicar tiempo a examinar y comparar estas construcciones. A la más pequeña, de estilo románico, se la conoce como torre Judith. Aunque se construyó originalmente en el sigloXII y es anterior al puente de Carlos, que data del sigloXV, se restauró a finales del sigloXVI. La otra, conocida como la del puente de Malá Strana, se construyó en1464 y ha servido en varias ocasiones de torre de vigilancia y de almacenamiento. El arco que separa ambas estructuras data del sigloXV.
La torre de Judith no está abierta al público, pero la del puente de Malá Strana, sí. En su interior se ha instalado una exposición permanente que narra la historia del famoso puente de Carlos, una construcción de 16arcos que encargó el rey CarlosIV, cruza el río Moldava y conecta el casco antiguo de Praga con la Ciudad Pequeña.
Desde la cima de la torre podrás disfrutar de vistas muy bellas del río y del puente adoquinado, mientras, a tus pies, artistas y vendedores ambulantes competirán por la atención de los turistas. Observa cómo los visitantes se hacen fotos junto a las estatuas barrocas que guardan ambos lados de este bello cruce.
Después de la visita, cruza el arco de la torre del puente de Malá Strana para acceder a la Ciudad Pequeña, un barrio con varias atracciones locales muy populares, como la iglesia de San Nicolás y la isla Kampa. Te recomendamos acercarte a la zona desde el casco antiguo de la ciudad para fotografiar el emblemático puente antes de llegar a la torre. Esta atracción abre todos los días, con un horario más amplio durante los bulliciosos meses de verano. La entrada es de pago.