La isla es una franja de 52 kilómetros de largo y 11 kilómetros de ancho, así que está claro que la playa siempre estará cerca estés donde estés. Las distancias cortas hacen que sea muy fácil recorrer el territorio a pie, en bicicleta o a caballo. Lo cierto es que no importa cómo te desplaces, pues lo más importante es disfrutar cuando viajes a Langeland. Sin duda, una de tus primeras paradas será la playa de Ristinge, cuyos casi diez kilómetros de arena blanca y dunas típicas del litoral del mar del Norte atraen a muchos nadadores entusiastas en verano.
Si el tiempo no acompaña para darse un chapuzón, puedes ascender el acantilado de Ristinge, un accidente geográfico que se alza 20 metros sobre el nivel del mar y recompensa a los senderistas con unas bellas vistas panorámicas. Los viajes baratos a Langeland también están pensados para los turistas activos, con rutas tan reconstituyentes como el camino de Ohavs. Este itinerario para caminar y para bicicletas tiene una longitud de 220 kilómetros y serpentea por el archipiélago del sur de Fionia. A la altura de Langeland, pasa entre las hayas, árbol que protagoniza el himno nacional danés.
En el ámbito cultural, destaca el museo sobre la Guerra Fría Langelandsfort, donde podrás aprender un montón de cosas sobre la historia de Dinamarca. El museo se ubica dentro de una antigua fortaleza, construida en 1953 por Dinamarca y la OTAN como medida de defensa frente a las fuerzas navales hostiles que se internaban en el Gran Cinturón. Todavía se conservan búnkeres, cañones y muchos más objetos relacionados con la guerra. Los más pequeños se lo pasarán de miedo en el parque infantil.
Las comodidades modernas te esperan en el mercado histórico de Rudkobing, un pueblo pintoresco de calles empedradas, coloridas flores, antiguas viviendas de mercaderes y casas de madera. En la costa opuesta se asienta la ciudad portuaria de Spodsbjerg, que está formada por un pequeño puerto pesquero, una marina y un puerto en el que opera un servicio de ferry con conexiones a Lolandia.
Una escapada de fin de semana da para mucho en Langeland, un destino maravilloso que te permitirá desconectar. Si viajas en transporte público, coge un tren hasta la ciudad de Nyborg y, después, un autobús a Langeland. Otra opción es ir en tren hasta Nakskov y luego abordar un ferry en Tars hacia Spodsbjerg. El aeropuerto de Odense se encuentra a tan solo 90 kilómetros al norte del pueblo, algo a tener en cuenta al consultar los paquetes de vacaciones en Langeland.
Langeland es una isla ideal para unas vacaciones relajantes. ¡Te encantará!