Dejando claro que las atenciones japonesas son siempre inmejorables, y que en todo momento el trato fue excelente y todo el personal fue muy amable, cabe destacar dos pequeños puntos negros que hicieron que nuestra estancia no fuese perfecta. El primero fue que el hotel tiene wifi gratis, pero solo en las zonas comunes, lo que ocasionaba que cada vez que necesitásemos enviar un mail o subir las fotos a la nube para no perderlas, tuviésemos que bajar al lobby y hacerlo desde allí, cosa que hacia años que no me pasaba y que no esperaba que me pasase en Japón. Otro punto negativo fue que para nuestra ultima noche queríamos reservar en un restaurante que sirviese ternera de Kobe, era nuestra gran despedida y queríamos algo especial, así que lo gestionamos a través del hotel, ellos nos recomendaron uno en particular y nos hicieron la reserva, incluso le dieron las indicaciones al taxista para que nos llevase; cual fue nuestra sorpresa que al llegar allí no era un restaurante de ternera de Kobe, sino de casquería. No tenemos nada en contra de probar diafragma, traquea y pulmones, cosa que hicimos, pero no era para nada lo que esperábamos y ensombreció la despedida que teníamos planeada desde hacia meses...