No importa lo concurridos que estén los Jardines de Harry P. Leu, pues en sus 20 hectáreas siempre encontrarás algún lugar apartado para relajarte lejos de la multitud. Los jardines están llenos de cientos de plantas, incluidas especies subtropicales y tropicales, rosas, cactus y hierbas. Enclavados a orillas del lago Rowena, son un refugio para aquellos que necesiten un pequeño descanso tras la visita a los abarrotados parques temáticos de Orlando.
Uno de sus lugares más populares es la Casa Museo Leu, construida en 1888 y que fue hogar de cuatro familias distintas. Sus últimos propietarios, Harry P. Leu y su esposa Mary Jane, donaron la casa y sus jardines a la ciudad de Orlando en 1961. Para hacer una visita guiada a la casa, donde podrás ver una recreación de la decoración de principios del siglo XX con mobiliario victoriano y de estilo Chippendale, hay que hacer reserva previa.
Tómate tu tiempo para pasear por la rosaleda de Mary Jane, donde podrás admirar 215 variedades de rosas adaptadas a las condiciones climáticas del centro de Florida. El momento de mayor floración se produce durante los meses más frescos.
Otro de sus principales atractivos botánicos es su colección de camelias, que es una de las más importantes de Norteamérica. La camelia florece de noviembre a marzo. También verás bambú y cícadas, 50 variedades de azaleas, una colección de plantas del jengibre, helechos, hierbas, un mariposario, orquídeas, un jardín tropical con difusores de vapor y mucho más. Pasea por los kilómetros de caminos pavimentados bajo la sombra de los olmos, robles y alcanforeros cubiertos de musgo colgante. No te pierdas el reloj floral, un reloj vivo cuya esfera cambia con el paso de las estaciones.
Los jardines abren todos los días excepto en Navidad. Sea cual sea la estación en que los visites, siempre encontrarás alguna especie en floración. El uso de repelente de insectos también es recomendable durante todo el año. La entrada es gratuita el primer lunes de mes. Conviene dedicar al menos dos horas a la visita de los jardines, que también tienen una biblioteca de horticultura y una tienda de regalos, pero no restaurantes.