Viaja a Hsinchu y aprovecha la oferta de una ciudad moderna en plena ebullición, situada en el estrecho de Taiwán. Aunque la ciudad es sede de algunas de las principales empresas de tecnología e industria, ha logrado conservar una atmósfera muy relajada. Descubre algunos de los edificios de la dinastía Qing que aún salpican la ciudad y sal luego del núcleo urbano para disfrutar de sus bellos parques y montañas.
Hsinchu es famosa por sus productos de cristal. Para descubrir cómo se fabrica el cristal, acércate al Museo del Cristal de Hsinchu. Aquí se explica la historia de la fabricación de cristal en todo el mundo, con exposiciones que muestran piezas de talla compleja y la oportunidad de ver a los artesanos en su entorno de trabajo.
Visita también el Parque Científico de Hsinchu, con un diseño inspirado en el Silicon Valley de California. Este parque, que cuenta con más de 400 empresas de tecnología, ha desempeñado un papel muy importante en el desarrollo industrial de Hsinchu. Recorre parte de sus 6,5 kilómetros cuadrados y verás un lago artificial y un amplio parque público.
Y no te pierdas el templo Chenghuang, también conocido como el “templo del Dios de la Ciudad”, un punto de referencia muy apreciado, que data del siglo XVIII. Si te empieza a picar el hambre, compra algo en los numerosos puestos que se alinean delante del templo y prueba especialidades locales como las sabrosas albóndigas.
Y, si quieres practicar actividades al aire libre, puedes nadar en las frías aguas de los manantiales naturales de Beipu o recorrer en bici la bellísima ruta costera de 17 kilómetros de Hsinchu, que se extiende a lo largo de varios parques, playas y puertos. Si te gustan las actividades más emocionantes, puedes subir la conocida como la “montaña de los dieciocho picos” o explorar el bello paisaje alpino del Parque Nacional de Shei Pa.
Puedes llegar a Hsinchu en autobús o tren desde Taipéi o Taichung. En Hsinchu suele soplar el viento, gracias a lo cual, los veranos son húmedos y fresquitos, y los inviernos más fríos. Te recomendamos no visitar la “ciudad del viento” durante la temporada de tifones, entre julio y octubre.