El Museo del Holocausto, también llamado "La Casa Verde", es un recordatorio de la terrible pérdida de un grupo étnico que logró convertirse en un pueblo próspero antes del desastre. Aquí, las exposiciones muestran la llegada de los judíos lituanos, también conocidos como litvaks, celebran su contribución a la cultura nacional y describen su dramático final. El museo está situado en el interior de una humilde casa de madera verde que solía ser el hogar de una familia judía. Se trata de uno de los muchos lugares que conforman el Museo Estatal Judío de Vilna Gaon.
En su interior, podrás conocer detalles sobre la historia local del Holocausto. Los judíos se establecieron por primera vez en el Gran Ducado de Lituania en el siglo XIII y, para los años cuarenta, se habían convertido en una población de más de 200000 personas. Entre sus figuras más destacadas se incluían el artista Isaak Levitán, el escultor Jacques Lipchitz y el violinista Jascha Heifetz. Las fuerzas nazis invadieron el país en 1941 y comenzaron a encerrar a los judíos en guetos, donde se veían obligados a vivir en condiciones deplorables. Al final de la Segunda Guerra Mundial, casi toda esta población étnica había muerto víctima del genocidio.
Una de las exposiciones más conmovedoras es el Informe Jäger, que inició Karl Jäger, un superior del escuadrón de la muerte Einsatzkommando. Este registro informa de 137346 ejecuciones de judíos lituanos. Podrás ver fotografías en blanco y negro de los guetos e ilustraciones de las víctimas mientras se dirigían a su muerte, así como recorrer una galería de los líderes nazis de las SS. Entre las imágenes que más emocionan figura la de la muñeca casera de un niño atrapada entre las púas de una alambrada.
El museo también expone documentos que proporcionan una visión general de la religión judía y secciones dedicadas a los miembros más famosos de los litvaks. No pierdas la oportunidad de echar un vistazo al ático de la casa, que se utilizó como escondite, o al vídeo con fragmentos de diarios reales. En el jardín, se ha colocado una placa en homenaje a Chiune Sugihara, un diplomático japonés que salvó miles de vidas judías emitiendo en secreto numerosos visados.
El museo se encuentra a 15minutos andando de la plaza de la catedral. Los autobuses públicos paran en la calle Pamėnkalnio. Desde aquí, solo tendrás que caminar unos minutos. Muy cerca, se encuentra la Galería Pamėnkalnio, con exposiciones temporales de artistas locales e internacionales. El Museo del Holocausto abre de domingo a viernes, y la entrada es de pago.