Hoteles históricos en El Astillero

Es probable que un paseo por los sitios históricos de El Astillero esté en el primer puesto de tu itinerario de viaje. Durante tu estancia, podrás dar una vuelta por el puerto o salir de bares, entre las muchas actividades disponibles.

Hotel Las Anclas es un hotel disponible en Expedia que te encantará si te apasiona la historia y, además, cuenta con una lavandería y wifi gratis. Palacio de La Magdalena está a solo 14 min en coche.

En El Astillero encontrarás 6 opciones de alojamiento disponibles en Expedia, pero no muchos hoteles históricos para elegir.

Golfo de Vizcaya es uno de los fabulosos rincones que te esperan aquí. También podrás ver Parque de la Naturaleza de Cabárceno y Terminal de ferris de Santander a pocos kilómetros.

Al elegir un hotel histórico, puedes quedarte en un sitio que cuenta con un reconocimiento por su valor histórico. Una mansión, un palacio, o incluso una antigua taberna o una comisaría pueden catalogarse como hotel histórico, siempre que tengan cierta importancia. La arquitectura tradicional o la decoración de época que generalmente se conserva en los espacios comunes o en las habitaciones de este tipo de hoteles en El Astillero es lo que les aporta un toque especial.

“Hotel patrimonial” se usa más en algunas regiones, mientras que en otras se utiliza “hotel histórico”, aunque sus significados son bastante similares. El edificio y la arquitectura suelen ser lo más significativo de un hotel histórico. En el caso de los hoteles patrimoniales, lo más importante es su valor cultural y su influencia en la comunidad.

Sí. Aunque se hace todo lo posible por conservar las decoraciones tradicionales y las fachadas, el interior del hotel cuenta con servicios modernos y medidas de seguridad. Los huéspedes pueden esperar los servicios e instalaciones habituales de un hotel moderno, como habitaciones privadas con baños cómodos, calefacción, aire acondicionado y conexión a Internet de alta velocidad. En El Astillero, reservar un hotel histórico no significa dormir en un lugar anticuado o incómodo.