Durante la Edad Media, la Lonja de Paños (Lakenhalle en neerlandés) era uno de los espacios comerciales más importantes del sector textil en Europa. Sin embargo, este edificio de principios del siglo XIV es menos antiguo de lo que parece. La construcción fue destruida durante la Primera Guerra Mundial, y desde entonces se han realizado grandes esfuerzos para devolverle su esplendor original.
Uno de los elementos arquitectónicos más destacados de esta estructura gótica es el campanario de 70 metros de altura, que se utilizó como torre de vigilancia durante varios siglos. Si asciendes por la escalera hasta lo alto, serás recompensado con una maravillosa vista.
Antiguamente, se lanzaban gatos desde esta torre. Aunque se desconoce el verdadero motivo de esta costumbre, algunos dicen que era una especie de control de plagas y otros dicen que se debía a la creencia de que los gatos estaban relacionados con la magia negra. Actualmente se realiza la celebración del Festival de los Gatos el segundo domingo de mayo. Esta fiesta incluye un desfile y el lanzamiento de gatos de peluche desde el campanario.
En las diferentes secciones del primer piso de la Lonja de Paños se solían almacenar y vender los productos. El segundo piso alberga el museo "En los Campos de Flandes", donde se describen varios aspectos de la historia de la Primera Guerra Mundial. En la arcada de entrada, o Donkerpoort, ubicada cerca del museo, se puede observar la representación de un gran proyectil disparado por un arma alemana hacia Ypres.
Tras pagar la entrada del museo, podrás observar objetos y exposiciones interactivas para conocer la historia de las batallas de la Primera Guerra Mundial en la región de Flandes. Algunas de las personas que sobrevivieron a la guerra han prestado su testimonio.
Durante los viajes a Ypres, se puede oír el sonido de las campanas de la Lonja de Paños. La torre tiene un carillón compuesto por 49 campanas que repican varias veces al día.
La Lonja de Paños se alza al oeste del foso de Kasteelgracht, en el centro de Ypres. Hay varias paradas de autobús en esta zona concurrida y la estación de tren de Ieper está a solo diez minutos a pie al oeste del edificio. Hay varios lugares de interés en los alrededores, como la catedral de San Martín y el parque Astrid. En las calles circundantes es posible encontrar estacionamiento de pago.