Vacaciones en Cronenbourg Ouest

El hotel es muy modesto, no está a la altura de 3*. Eso sí, muy nuevo, muy limpio y muy amables. Dan café y bollos gratis todo el día, lo que hace que les suba la puntuación.

Small hotel with nice rooms, great location in front of the train station within walking distance to city center.

Buen hotel, especialmente su personal, muy atentos y empaticos; sin embargo, se encuentra un tanto distante del sector turístico.

De la propiedad lo más destacable es la ubicación, la cual es altamente conveniente para un fácil acceso a transporte público e incluso llegar caminando a los sitios más emblemáticos de la ciudad. El hotel supuestamente tenía parqueo en sitio aunque cuando llegamos estaba lleno. Sin embargo, existe la opción de ir a un parqueo muy cercano el cual sí era muy amplio seguro, además de relativamente económico comparado con los precios de aparcamiento de otras ciudades. Lo único que no me gustó del hotel fue el trato recibido por parte de uno de sus empleados. En el hotel me dieron un voucher con el que podía consumir bebidas por valor de 10EUR. La primera noche tomé una cerveza de 6.5EUR. Al día siguiente quería gastar el saldo y comprar otra cerveza (pagando la diferencia). Yo no le entendí bien a la señora que estaba en la recepción y mi entendimiento fue que tomara yo mismo la cerveza y se la trajera (a veces el idioma extranjero juega malas pasadas) por lo que fui al área donde la noche anterior me la habían dado y comencé a buscarla. En eso apareció otro funcionario quien me regañó de una forma absolutamente desproporcionada como si yo me estuviera robando algo. Su tono, sus gestos y sus expresiones no fueron propias para un cliente que está pagando por sus servicios y que está debidamente registrado en el hotel. Al final la señora se sintió tan mal por el bochornoso acto de su colega que me dio la cerveza que yo quería sin siquiera cobrar la diferencia. Lo demás, bien.

El personal es maravilloso, excelente trato, excelentes instalaciones, muy buena limpieza y excelente comida