Pasa tus vacaciones en Christiansfeld y enamórate de los edificios protegidos por la Unesco, el famoso pan de jengibre y la reserva de Christerino.
No es de extrañar que Christiansfeld fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, sobre todo si tenemos en cuenta la historia tan peculiar de la ciudad. La localidad toma el nombre del rey Cristián VII, y su origen se debe a los miembros de la iglesia morava, o husitas, que la construyeron entre 1773 y 1812. Gracias a nuestros viajes baratos a Christiansfeld, podrás contemplar sus edificios, cuidadosamente reformados, que han logrado conservar este legado cultural único al detalle. El pasado de la ciudad le otorga un encanto muy especial y una atmósfera fantástica. La historia parece salir a tu encuentro a cada paso: el Brodremenighedens Hotel, el "hotel moravo", fue testigo de la firma del alto al fuego entre Dinamarca y Prusia en 1864, mientras que el Sitio de la Reunificación es un monumento dedicado a la reunificación de Jutlandia del Sur con Dinamarca en 1920, después de 56 años de dominación alemana. Si decides reservar uno de nuestros paquetes de vacaciones en Christiansfeld, quizá te apetezca participar en una visita guiada por el centro de la mano de un experto local, una forma estupenda de descubrir más joyas ocultas de la ciudad. Los viajes a Christiansfeld constituyen una forma fantástica de conocer este aspecto único de la historia danesa.
Eso sí, sus atractivos no se limitan a la historia. Cada verano se celebra el famoso Festival del Vino, un fin de semana en el que se dan cita expertos enólogos de todo el mundo. Si visitas la ciudad en otras estaciones, quizá te interese visitar Donslund Vine, con una amplia selección de vino y whisky, así como las acogedoras cafeterías de Christiansfeld, el lugar perfecto para descansar y disfrutar de una conversación agradable. Si te gusta el dulce, prueba el famoso pan de jengibre local en la Casa del Jengibre o en la Panadería Morava del Pan de Jengibre. Aquí podrás conocer una histórica tradición pastelera cuyo origen se remonta a los primeros tiempos de la ciudad.
Los aficionados a la naturaleza tampoco pueden perderse los viajes a Christiansfeld: les esperan encuentros fascinantes con la fauna local en la Reserva Natural de Christerino, una zona protegida que fundó un chambelán local en el siglo XVIII y que aún conserva muchas de las grandiosas construcciones originales de la época. Compra un café para llevar y disfruta de un tranquilo paseo por este frondoso bosque. Por su parte, el cementerio de Gudsageren, o "pasto de Dios", al norte de la ciudad, no es el típico camposanto. Se trata de un lugar que se construyó según los principios moravos: los restos de los frailes y las monjas de la orden yacen unos junto a los otros, y todas las tumbas son idénticas y se hallan rodeadas de limeros y paisajes inmaculados.
Una estancia en Christiansfeld, en Jutlandia del Sur, garantiza una experiencia verdaderamente única que se caracteriza por edificios evocadores declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, exquisitas tradiciones culinarias y entornos tranquilos con una combinación muy saludable de cultura y tranquilidad.