En los viajes a Rímini no puede faltar una visita a Castel Sismondo, o castillo de Malatesta, para conocer la grandeza de la arquitectura medieval de la zona. Esta espectacular estructura se construyó para resistir los innovadores avances de la artillería de la época. Entre sus muros podrás seguir los pasos de los miembros de la Casa de Malatesta, la noble familia que gobernó Romaña a finales de la Edad Media.
Fue Segismundo Malatesta quien ordenó la construcción del castillo en 1437, que tardó en completarse más de una década y en cuyo diseño y supervisión participaron prestigiosos arquitectos como Filippo Brunelleschi. El castillo servía de fortaleza para proteger a Rímini de las invasiones y era una forma de demostrar la riqueza de la familia. Posteriormente pasó a ser propiedad del papado e incluso se utilizó como prisión.
La estructura estuvo, en su momento, rodeada por un foso y, de hecho, lo que vemos hoy es solo una fracción de la obra maestra original. A pesar de ello, aún impresiona poder examinar los gruesos muros que se construyeron específicamente para resistir los disparos de cañón, que habían aumentado en potencia tras los avances en pólvora y forja que se alcanzaron en el sigloXV.
Verás características muy interesantes, como el diseño asimétrico y las múltiples ventanas, que, en el pasado, sumaban un total de 160. A pesar de estar alejadas del centro de la ciudad, las torres miran hacia la urbe y no hacia el campo, desde donde los atacantes podían haber llegado.
Actualmente, el acceso al interior está restringido a funciones privadas, conferencias y visitas guiadas por interesantes exposiciones temporales. Una de las muestras que se han celebrado aquí describía la conexión artística entre el cineasta italiano Federico Fellini y el artista Pablo Picasso. Te recomendamos consultar el calendario de eventos en la oficina de información turística, en la estación de tren de Rímini.
El Castel Sismondo se encuentra en el extremo oeste del casco antiguo de la ciudad y puedes llegar andando desde los principales hoteles. Si vienes en coche, puedes dejarlo en el aparcamiento de pago ubicado junto al recinto. Quizá quieras aprovechar para visitar otras interesantes atracciones de los alrededores, como el Museo de la Ciudad, la plaza Cavour y el Templo malatestiano.