No es difícil encontrar viajes baratos a Bonaire, una isla que los europeos establecieron en el siglo XVI como parte de las Antillas Neerlandesas. Actualmente la isla cuenta con una población de 18.000 personas y mantiene un estrecho vínculo con los Países Bajos, sin dejar de lado la cultura caribeña. Explora los paisajes naturales de la isla y relaciónate con sus agradables lugareños, que convierten en realidad el lema de la nación insular: "Una vez visitante, amigo para siempre".
La principal ciudad de la isla es Kralendijk, un asentamiento costero construido a base de edificios con tejados rojos, característicos de la época colonial. A lo largo del paseo marítimo encontrarás una gran variedad de restaurantes, tiendas y lugares históricos. Visita el monumento a la Segunda Guerra Mundial para presentar tus respetos ante los soldados de Bonaire que perdieron la vida. Admira el Pasanggrahan, un palacio de color amarillo que alberga la sede del parlamento de esta nación insular.
Dirígete hacia el norte para visitar Rincón, el segundo mayor asentamiento de Bonaire, y descubre la historia colonial de la isla. Aquí encontrarás el Museo Real Rincón, una plantación restaurada donde lo descubrirás todo sobre la cultura esclavista, totalmente asentada a principios del siglo XVI, podrás aprender el baile del Simadan al estilo africano y verás impresionantes cercas de cactus.
Descubre la diversidad de los humedales y la pintoresca costa de Bonaire, y averigua por qué tiene tanta importancia la preservación del medio ambiente en esta isla. Explora la bahía de Lac, en la costa sureste. Prueba suerte con el kitesurf en la playa de Atlantis. Dirígete a la playa de Sorobon para recorrer en kayak los manglares o relajarte mientras saboreas una buena comida junto al mar, en el restaurante de uno de los complejos turísticos.
Busca paquetes de vacaciones en Bonaire, famoso por sus impresionantes rincones para practicar submarinismo y esnórquel. Busca los mejores rincones para practicar esnórquel en la costa de Bonaire. Están señalizados con piedras amarillas. Si te apetece seguir con el esnórquel en otros lugares espectaculares, coge un taxi acuático hasta Klein Bonaire, una pequeña isla deshabitada que se encuentra a 25 minutos de la costa oeste de Bonaire. Klein Bonaire forma parte del Parque Nacional Marino de Bonaire. Solo se puede acceder a este parque marino con una identificación de la Fundación de Parques Nacionales, o STINAPA, que se puede adquirir en los hoteles y centros de submarinismo.
Dirígete hacia la región interior de la isla para ver las cabras salvajes que habitan las proximidades del lago Gotomeer o practicar senderismo por las reservas protegidas del Parque Nacional Washington Slagbaai. En la zona sur de Bonaire se encuentran las granjas de producción de sal, una de las industrias más importantes de la isla, así como el santuario de flamencos, donde podrás sumergirte en un mar de plumas rosas.
Para llegar a Bonaire, coge un avión hasta el aeropuerto internacional de la isla, a 15 minutos en taxi de Kralendijk, que se puede recorrer perfectamente a pie. Para explorar el resto de la zona, alquila una bici o una escúter. Al caer la noche, degusta una sopa de iguana en uno de los restaurantes del paseo marítimo y déjate invadir por las vistas, los sonidos y los aromas de este lugar único.