La catedral de Berna es un magnífico templo medieval de estilo gótico tardío que destaca sobre el casco antiguo de la ciudad. Este gran edificio data de 1421, aunque se cree que la primera iglesia levantada en este lugar fue una pequeña capilla del siglo XII. Desde lo alto de la torre de la catedral se puede disfrutar de unas vistas excepcionales de la región.
Cuando viajes a Berna y te dirijas a ver la catedral, al atravesar la entrada principal, detente para admirar una de las obras más impresionantes que alberga: una espectacular composición del Juicio Final. Esta obra representa la creencia cristiana de que, al final de los tiempos, Dios juzgará a toda la humanidad y separará a los buenos de los malos. Después de ver esta composición de 294 figuras, adéntrate en el templo para explorar el interior de la basílica.
Admira la belleza de sus numerosas vidrieras, algunas de las cuales datan de mediados del siglo XV. Examina las tallas de los profetas, los apóstoles y las escenas de la vida cotidiana que se representan en el coro del siglo XVI. Observa los tres órganos y detente a examinar el principal, un instrumento del siglo XVIII, antes de continuar tu recorrido por las doce capillas laterales. Muchas de estas capillas fueron financiadas por familias acaudaladas y están decoradas con sus escudos de armas.
Vale la pena pagar la entrada, que además es muy económica, para subir los 312 escalones de la torre del campanario de 101 metros de la catedral, de estilo gótico. Desde aquí podrás ver el casco antiguo, el río Aar y las montañas nevadas de los Alpes de Berna, como los picos Eiger y Jungfrau. Si no quieres subir tanto, hay una plataforma de observación un poco más abajo, para la que solo hay que subir 222 escalones.
Dentro de la torre hay dos cámaras donde se conservan las campanas de la catedral, que datan de siete siglos diferentes. En solo unas pocas ocasiones al año podrás observar de cerca el repique de las campanas. Si no quieres perdértelo, consulta los detalles en la página web de la catedral de Berna. Si visitas Berna en verano, acércate a la catedral los martes por la noche para disfrutar de uno de sus conciertos semanales de música sacra.
La catedral de Berna se encuentra en Münsterplatz, una plaza adoquinada en el casco antiguo de Berna. Puedes llegar en taxi, transporte público o coche de alquiler. Hay varias opciones de aparcamiento de pago en la zona. La catedral abre todos los días y la entrada es gratuita.