Esta catedral, o Basler Münster, es un destino clásico en los viajes al centro de la ciudad de Basilea y uno de los puntos de referencia más famosos de la localidad, con un imponente emplazamiento junto al río Rin. Resulta casi un privilegio contemplar la ciudad y el río desde las torres de la iglesia, a la sombra de las gárgolas medievales.
Su característica mampostería de arenisca roja, los mosaicos de colores y las torres gemelas configuran un elemento elegante y hermoso del paisaje urbano histórico de Basilea. Se dice que su arquitectura refleja a la perfección los estilos románico y gótico.
Contempla el diseño exterior gracias al cual esta iglesia es tan conocida. Su construcción se inició en1019 y se realizaron ampliaciones y reformas hasta el año1500. De ahí que sus muros acumulen una historia tan extensa.
En la fachada destacan las torres de San Jorge y San Martín, Georgsturm y Martinsturm, que miden más de 60metros de altura e incorporan en las paredes fascinantes tallas del santo correspondiente.
El interior del edificio es gigantesco, con elegantes arcos de líneas austeras y ornamentadas vidrieras policromadas que invitan al visitante a admirarlas sin prisas. En las criptas te espera un ambiente subterráneo más misterioso y, en la parte superior de las torres, unas vistas fantásticas a tus pies.
Aprovecha para pasear por la zona y descubrir más detalles de la estructura. Se encuentra en la bulliciosa y pintoresca Münsterplatz, donde podrás disfrutar del ambiente local que se respira durante los eventos que se celebran, ya sean religiosos o de cualquier otro tipo. Al otro lado de la catedral encontrarás una terraza junto al río llamada Pfalz, donde es una delicia descansar y contemplar las maravillosas vistas más allá del caudal.
La iglesia Basler Münster sigue en funcionamiento, abre todos los días y la entrada es gratuita. Te recomendamos consultar el calendario con antelación para no interferir con los servicios o los eventos especiales. El acceso a las criptas y las torres es un poco más restrictivo y puede requerirse el pago de una entrada, dependiendo de cuándo se realice la visita. La catedral tiene una ubicación muy céntrica, por lo que es preferible acudir a pie por las estrechas calles del casco antiguo. No obstante, si vienes desde más lejos, puedes coger el autobús o el tranvía.