La basílica paleocristiana es una iglesia en ruinas que tiene una gran importancia artística y religiosa para Trieste. Se construyó entre los siglos IV y VI en una zona utilizada por los gobernadores romanos como cementerio. Los historiadores creen que un incendio destruyó la iglesia, que fue sustituida por otra basílica, en pie hasta finales del siglo XVIII. Hoy en día, esta basílica paleocristiana descubierta en el 1825 ofrece visitas para admirar sus obras de arte de época romana no te la pierdas en tus viajes a Trieste.
En su interior encontrarás dos suelos repletos de mosaicos en distintos niveles. Estos mosaicos nos permiten hacernos una idea de la riqueza de la iglesia en Trieste y de la relación entre sus ciudadanos y la ciudad romana de Aquilea y el Imperio bizantino.
Fíjate en el diseño geométrico en blanco y negro del mosaico de la primera planta. El mosaico superior es el más interesante, con una trama polícroma atravesada por un diseño de rombos. Verás inscripciones incrustadas en las teselas, en las que se mencionan los nombres de diversos benefactores, muchos de ellos procedentes de Grecia o del Lejano Oriente. También cuenta con uno de los primeros ejemplos de las palabras Sancta Ecclesia Tergestina.
Los miércoles por la mañana se ofrecen visitas guiadas gratuitas de la iglesia y sus mosaicos realizadas por arqueólogos. Pide todos los detalles y horarios en la oficina de turismo de la Piazza dell’Unità d’Italia.
La basílica paleocristiana se encuentra en el centro histórico de Trieste, a pocos pasos de otros monumentos importantes. Visita el castillo de San Justo y la catedral de San Justo. También puedes recorrer las exposiciones de arte moderno del Museo Revoltella o asistir a un concierto de música clásica en el Teatro Lírico Giuseppe Verdi.
Los autobuses públicos que van de la Piazza della Cattedrale a la Piazza dell’Unità d’Italia paran cerca de la basílica paleocristiana. Hay un aparcamiento disponible, de pago, en el puerto de Trieste.