Busca ofertas de viajes baratos a la Antártida y atrévete a explorar esta enigmática región del hemisferio sur y su interesante fauna salvaje.
Puedes salir desde la ciudad argentina de Ushuaia, conocida como el “fin del mundo”, o alquilar un barco desde las islas Malvinas. También puedes realizar un crucero algo más largo y extremo desde el puerto de Bluff, en Nueva Zelanda, hasta la isla Macquarie y, desde ahí, hasta la región del mar de Ross, en la Antártida.
Muchas visitas que parten de Latinoamérica empiezan en Georgia del Sur, una isla al este de Tierra del Fuego, en Argentina. Grytviken, situado en dicha isla, es un asentamiento británico cuya principal atracción es el Museo de Georgia del Sur, un antiguo centro ballenero que en la actualidad alberga exposiciones relacionadas con este sector industrial, así como objetos relacionados con la exploración y la historia natural. En los terrenos cercanos podrás ver restos oxidados de la industria ballenera que, en su momento, fue muy importante en la zona.
También se encuentra próxima la tumba de sir Ernest Shackleton. Shackleton participó en tres expediciones a la Antártida, incluido el desafortunado viaje a bordo del Endurance, que quedó encallado en el hielo compacto e inmóvil durante un año, hasta que acabó hundiéndose en las gélidas aguas. Shackleton sufrió un ataque al corazón en su último viaje y murió en Georgia del Sur.
Acércate también a la iglesia de Grytviken, conocida también como la iglesia Luterana Noruega, una estructura compacta con fachadas blancas, un elevado chapitel y las montañas como telón de fondo. Se fundó en el año 1913 y ha resistido frente a las duras condiciones climáticas de la zona durante más de 100 años. Aquí podrás rendir homenaje a los balleneros, marineros y exploradores que perdieron la vida en el mar y la nieve de la región. Los lobos marinos son muy habituales en Georgia del Sur y pueden ser agresivos. Te recomendamos observarlos respetando las distancias.
A medida que te desplaces hacia el continente en dirección sur, el clima puede volverse más duro y variable. Fíjate en la escarpada costa de acantilados y morrenas. Aquí tendrás la oportunidad de ver abundantes ejemplares de la fauna salvaje de la Antártida, muchos de ellos únicos de la región. Presta atención porque podrás avistar albatros, cormoranes y petreles volando cerca del barco.
Si el mar está calmado, puedes arribar al continente a bordo de una Zodiac. Ya en tierra, el guía te llevará a una colonia con miles de pingüinos de distintas especies: penacho amarillo, juanito, penacho anaranjado, emperador, barbijo y adelaida. Entre los pingüinos reales de pecho blanco, muy reconocibles, verás crías de gran tamaño con un esponjoso plumón marrón.
Puede que la visita pase por la Cabaña de Shackleton, en la bahía Fortuna. Te costará creer que alguien lograra sobrevivir allí y resistir en unas condiciones tan extremas durante estancias prolongadas. Ya en el fiordo Drygalski podrás ver y escuchar cómo se rompen los glaciares y dejan caer grandes bloques de hielo en las aguas heladas. Algunas excursiones permiten bañarse brevemente en el agua con trajes especiales.
Si decides reservar uno de nuestros paquetes de vacaciones en la Antártida, ten en cuenta que la mayor parte de las excursiones turísticas tienen lugar durante los meses de temperaturas más cálidas, entre diciembre y marzo, cuando la luz del sol puede durar hasta bien entrada la noche. Los viajes a la Antártida deben prepararse bien y con mucha antelación. Asegúrate de llevar todo lo necesario para protegerte del clima frío, húmedo y cambiante, así como de las duras condiciones de navegación y los mareos. Te recomendamos no llevar demasiado equipaje e incluir prendas de ropa impermeable y cubiertas protectoras para la cámara de fotos. Aunque los viajes a la Antártida suelen ser caros, los recuerdos te acompañarán durante toda la vida.