La isla de AlKhor, también conocida como la isla Púrpura entre los visitantes, es toda una sorpresa para quienes la descubren por primera vez. En este refugio natural, a escasa distancia de la bulliciosa Doha, habitan bandadas de pájaros y se ofrecen numerosas actividades de aventura al aire libre. Si te apetece relajarte rodeado de naturaleza e historia, no te la pierdas.
Disfruta de uno o varios días inolvidables explorando los manglares, los arroyos de agua salada, las playas y las salinas naturales de la isla mientras avistas diferentes especies de animales. Las criaturas más famosas del lugar son los llamativos flamencos rosas, aunque también verás cangrejos, peces traídos por la marea y camarones fantasma atrapados en las piscinas de rocas, así como deslumbrantes luciérnagas tras la puesta de sol.
La isla de AlKhor tiene una historia muy interesante que se remonta a 4000años, según los hallazgos arqueológicos. Su nombre hace referencia al valioso tinte púrpura que se obtenía de las cañadillas que habitan en la costa. Si te fijas atentamente, es probable que encuentres muchas de estas antiguas caracolas.
La oferta de aventuras al aire libre también es abundante en la isla. Alquila un kayak y pasa la tarde remando entre los densos manglares en busca de flamencos y otras aves, o bien disfruta de unas horas de relax en la playa chapoteando en las aguas tranquilas y cristalinas. Cuando la marea esté baja, ármate de una red y lánzate a explorar este increíble acuario natural.
Otra opción es irse de caminata o de escalada por los terrenos de la isla, aptos para principiantes. Vale la pena el esfuerzo para disfrutar de las vistas al mar desde la roca caliza.
La isla de AlKhor se halla en la bahía de Shaqiq, cerca de la ciudad de AlKhor, en la costa oriental de Catar. Dista tan solo 50kilómetros de Doha. El viaje en coche dura aproximadamente una hora. No se puede acceder a la isla en automóvil, pero puedes atravesar a pie la escasa distancia que te separa de ella, ya que el agua solo cubre hasta las rodillas. Mientras lo haces, no te será difícil imaginarte a los comerciantes, los pescadores y buscadores de perlas que habitaban en esta zona en el pasado.