El centro histórico de Agrigento esconde una miríada de edificios religiosos, símbolos de un pasado espiritual especialmente intenso, desde templos hasta estructuras actuales. Te recomendamos, por ejemplo, la iglesia de la Addolorata, famosa por sus criptas, o la de San Francisco de Paula, con dos campanarios. Otras joyas incluyen la iglesia de San José, también con dos campanarios y una nave poco habitual, y la de Santo Domingo, ambas de estilo barroco. Y no te pierdas la iglesia del Purgatorio, la iglesia de San Lorenzo y la abadía del Santo Espíritu. La primera acoge elementos de los estilos renacentista y barroco. Presenta dos alegorías de la fe y la caridad en la entrada y dos columnas salomónicas. En su interior podrás ver ocho estatuas femeninas que representan las distintas virtudes. Si quieres visitar el antiguo hipogeo de la ciudad de Akragas, deberás pasar por debajo del león de piedra situado a la izquierda de la abadía del Santo Espíritu, que data del siglo XIII e incluye una iglesia y un monasterio. La fachada de la iglesia mezcla los estilos barroco y chiaramontano, mientras que el interior se remonta al siglo XVIII y presenta un techo de madera artesonado con el escudo de armas de la familia Chiaramonte. El monasterio adyacente alberga uno de los claustros mejor conservados de Sicilia, lleno de pórticos góticos a través de los que se accede a la sala capitular. El edificio aloja, además, el Museo de la Ciudad y la Galería Sinatra.
Por su parte, la imponente catedral de Agrigento está situada en el extremo más occidental, elevado y alejado de la colina de Girgenti, la parte más antigua de la ciudad. La estructura, de estilo gótico normando, ha experimentado muchas reconstrucciones: la fundó el obispo Gerlando a finales del siglo XI y se ha ampliado a lo largo de los años, aunque el campanario nunca se llegó a terminar. Presenta ventanales del gótico catalán, así como un balcón enmarcado con un arco apuntado. En el interior del templo es posible ver la doble águila de Carlos V pintada en el centro del techo de madera, así como la capilla de San Gerlando, con un relicario del Arca, la capilla de De Marinis, una Virgen con Niño de mármol y el tesoro de la catedral, que incluye el famoso sarcófago romano de Fedra.
Pero la joya de la corona de Agrigento es, sin duda, el Valle de los Templos, los imponentes restos de Magna Grecia en Sicilia. El lugar es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y forma parte del yacimiento arqueológico más grande del mundo, con una superficie de 1.300 hectáreas. El Valle de los Templos acoge diez templos dóricos, tres santuarios y varias necrópolis: Montelusa, Moisés, Pezzino, Paleocristiana, Acrosoli y Romana, donde se encuentra la tumba de Terón. En las ruinas encontrarás muchos ejemplos de obras hidráulicas tempranas de la zona, como el Jardín de Kolymbetra, así como hipogeos y muchas fortificaciones. Entre los lugares de reunión social de la antigua Grecia, puedes visitar el ágora inferior, cerca del Templo de Zeus, el ágora superior, en el complejo museístico, y una de las salas de consejo romanas que se construyeron sobre los cimientos griegos. El Valle de los Templos es un verdadero museo al aire libre, y también acoge el Templo de la Concordia, cuyo origen se remonta al año 430a.C. La celda principal va precedida por una antecámara muy espartana con dos columnas, seguida de un vestíbulo que se usaba como tesorería. Su increíble estado de conservación lo convierte en uno de los edificios sagrados más importantes de la Antigüedad clásica. Por último, el Templo de Hera es el más bello de todo el valle, y está situado en su parte más alta. Se construyó en el año 460a.C., y es un ejemplar bellísimo con columnas alineadas sobre cuatro peldaños y talladas con veinte hendiduras y cuatro cilindros. En su interior podrás recorrer el vestíbulo y la cámara interior, donde aún son visibles las cicatrices del incendio que provocaron los cartagineses.
Agrigento es, además, el lugar que vio nacer a Luigi Pirandello. Si te apetece conocer detalles sobre la vida de este maestro, visita su casa y el teatro que le dedicó la ciudad. La casa se encuentra a varios kilómetros de Agrigento, en un entorno natural que se denomina “Caos”, entre robles y olivos que se asoman a los acantilados. También hay una biblioteca-museo dedicada a Pirandello, llena de datos y más de 5.000 documentos sobre el autor y sus herederos. Si te queda algo de tiempo libre y te gusta el mar, no te pierdas el Lido di San Leone, la zona costera más famosa de toda la provincia, situada a los pies del Valle de los Templos. La historia, las culturas y las tradiciones se funden en un lugar único, Sicilia, y en la ciudad de Agrigento, un destino con ofertas fantásticas de último minuto.