Es fácil pasar por alto el Oratorio dei Pellegrini, escondido entre las numerosas tiendas, cafeterías y restaurantes de esta animada calle comercial. El modesto exterior oculta los magníficos frescos de la escuela del Perugino que decoran su interior. Puedes escapar del bullicio exterior y dedicar unos minutos a la contemplación en plena tranquilidad dentro de esta bonita capilla.
El Oratorio dei Pellegrini (en español, oratorio de peregrinos) se construyó en el siglo XV como albergue e iglesia para los peregrinos que recorrían la Vía Francígena en dirección a Roma para rendir homenaje a san Francisco. En un principio, la capilla se dedicó a san Antonio y a Santiago el Mayor, como muestran los frescos situados a la izquierda y a la derecha del altar. Siéntate en uno de los bancos y admira la maestría en la elaboración de las decoraciones de la pared, mientras aprecias la calma espiritual de este espacio sereno.
Contempla los magníficos frescos situados detrás del altar, que se atribuyen a Matteo da Gualdo y se completaron hacia 1468. Estas impresionantes obras representan La Anunciación y a La Virgen y el Niño con ángeles músicos. Date la vuelta y verás los frescos de la contrafachada de la capilla, pintados por Pier Antonio Mezzastris: San Antonio Abad bendiciendo a los camellos y Los milagros de Santiago. Aprovecha el entorno íntimo y recogido que ofrece el Oratorio dei Pellegrini para examinar los frescos de cerca. Es un lujo que no te puedes permitir en otras iglesias más grandes o catedrales.
El Oratorio dei Pellegrini se encuentra a mitad de la Via San Francesco, la calle que comunica la basílica papal de San Francisco con la Piazza del Comune, la plaza principal de Asís. La entrada es gratuita y la capilla permanece abierta todos los días, excepto los domingos, aunque suele cerrar a la hora de comer. Está terminantemente prohibido hacer fotografías porque pueden dañar las obras de arte.
