En cuanto pones un pie en el frondoso oasis floral de Edwards Gardens, olvidas que Toronto sigue moviéndose a ritmo frenético a tus espaldas. Disfruta de 14 hectáreas de jardines temáticos llenos de colores, senderos y fuentes.
Los jardines fueron, en su momento, propiedad privada de un empresario local, y se extienden sobre una zona elevada y un valle. Pasea entre las rosas y las especies perennes de la parte superior y baja después al valle para recorrer su amplia rocalla y la sección de flores silvestres. En la colina artificial con vistas al valle, podrás ver una fuente con la escultura de una mujer con una urna al hombro. Entre otros puntos de interés, pasarás por una cascada, varios puentes, una noria de agua y un pozo.
Si viajas con niños, llévalos al Teaching Garden, donde podrán conocer detalles sobre el mundo de la horticultura. Desde allí, sigue las huellas de dinosaurios que os llevarán hasta el Alphabet Garden, donde los más pequeños podrán examinar plantas con nombres que empiezan con las letras del alfabeto. Por su parte, el Dinosaur Garden acoge la maqueta de un estegosaurio y los tipos de plantas que habrían formado parte de la dieta de uno de estos gigantes.
Si te has quedado con ganas de más, accede a los Jardines Botánicos de Toronto, ubicados en el interior de Edwards Gardens. Estos jardines cubren una superficie de 1,6 hectáreas e incluyen distintas zonas temáticas, como un huerto y un herbario. Acércate también al Beryl Ivey Knot Garden, en el que los setos se han recortado adoptando distintas formas.
Edwards Gardens se encuentra a unos 20 minutos en coche del centro de Toronto. Las instalaciones cuentan con una amplia zona de aparcamiento gratuito. También puedes venir en autobús o taxi.
Los jardines abren todos los días desde el amanecer hasta el atardecer, y cierran algunos festivos. La entrada es gratuita. Si los visitas entre mayo y septiembre, podrás participar en visitas temáticas y guiadas, algunas gratuitas. Consulta el sitio web oficial para obtener más información.