Uno de los principales atractivos de la catedral de Dubrovnik son los relicarios de oro y plata del tesoro. En ellos se ocultan reliquias tan valiosas como fragmentos de hueso, o prendas de ropa de santos y otros personajes religiosos. Esta iglesia abovedada del siglo XVIII también destaca por su arquitectura, sus altares de estilo barroco y sus cuadros de maestros italianos, croatas y flamencos.
En realidad, la catedral de Dubrovnik es la tercera iglesia que se ha construido en este terreno. La primera fue una iglesia paleocristiana del siglo VII. Posteriormente, se construyó una catedral que, según la leyenda, se financió gracias a una donación del rey Ricardo Corazón de León. Se dice que el rey naufragó mientras regresaba de las cruzadas e hizo una donación a los ciudadanos de Dubrovnik en agradecimiento por haberle salvado la vida. Esa catedral románica quedó destruida tras el gran terremoto de 1667 y la reconstruyeron siguiendo el estilo barroco que podemos ver actualmente.
En la sala del tesoro se encuentran los objetos religiosos más valiosos de la catedral. Una gran parte de estos objetos datan del siglo XI. Los relicarios están decorados con sumo cuidado y encajan a la perfección con las partes del cuerpo de los santos que ocultan en su interior.
Observa la calavera, el brazo y la pierna bañados en plata del patrón de la ciudad, san Blas. Contempla la decoración del gran relicario de plata que supuestamente contiene los pañales del niño Jesús. La colección también incluye un trozo de madera que, según afirman algunos, formaba parte de la cruz en la que crucificaron a Jesús. Actualmente se puede ver unida a un crucifijo del siglo XVI. Admira la reproducción de La Virgen de la silla, atribuida al artista renacentista Rafael.
Cuando termines, puedes hacer una ruta por el resto de la catedral. Admira la belleza del altar de san Juan, hecho de mármol, y La Asunción de la Virgen, un cuadro de Tiziano situado sobre el altar principal. No te pierdas las capillas ni los altares laterales de la catedral, donde podrás ver cuadros de los siglos XVI al XVIII.
La catedral de Dubrovnik está situada en el casco antiguo de la ciudad, junto al palacio del Rector. Abre todos los días y la entrada es gratuita, aunque se debe pagar para acceder a la sala del tesoro.
