Déjate asombrar por el impresionante castillo de Chenonceau, que se expande sobre las aguas del río Cher y esconde en su interior exquisitas pinturas al óleo en una amplia galería. Pasea por salones decorados con muebles de época y estancias ornamentadas y recónditas. Después, sal a disfrutar de los cuidados jardines.
El castillo se construyó a principios del siglo XVI. El edificio principal parece sacado de un cuento de hadas, con torretas y torres de un blanco resplandeciente. Contempla la belleza de los soportes arqueados que surgen de las aguas del río. Este castillo se convirtió en la residencia permanente de Catalina de Medici después de la muerte de su marido, Enrique II, en 1559.
Lo primero que llama la atención al atravesar la entrada son las elegantes escaleras, rectas y en caracol, cada una de ellas con dibujos y grabados. Súbelas para visitar el dormitorio de Diana de Poitiers, presidido por una enorme chimenea. En el piso superior encontrarás el oscuro velatorio.
Recorre los largos pasillos y fíjate en los tapices del siglo XVI, de diseño soberbio, hasta la bella Grande Gallerie, situada sobre los cinco amplios arcos que cruzan el río Cher. Esta galería la encargó la amante de Enrique II, Diana de Poitiers. Durante la Segunda Guerra Mundial, el río marcaba la frontera entre la Francia libre y la ocupada. Aún se cuentan historias sobre cómo la gente solía utilizar la galería para escapar de las garras de los nazis. Imagina esas huidas y aprovecha también para contemplar la impresionante colección de óleos de la galería, con artistas de la talla de Rubens, Le Primatice y Van Loo. En el piso superior encontrarás una exposición que detalla la larga historia del castillo y explica por qué se lo conoce como el "castillo de las mujeres".
Completa el día con un paseo por los maravillosos jardines. Se replantan cada año con más de 130.000 flores. Atrévete a adentrarte en el laberinto, disfruta del aroma de los tejos y contempla los vívidos colores del jardín de rosas.
El castillo de Chenonceau está situado en el valle del Loira, a diez minutos a pie al sur de Chenonceaux. La entrada es de pago. Puedes visitarlo cualquier día de la semana.
