Calella de Palafrugell es un antiguo pueblecito de pescadores confinado entre dos maravillas de la naturaleza: maravillosas playas y majestuosas montañas, que harán ensombrecer cualquier preocupación y te librarán del estrés en cuanto pises sus calles. Ha logrado mantener esa esencia que se respiraba antiguamente y no ha sucumbido al turismo de masas, por lo que es ideal para relajarse y recargar energías. Aprovecha nuestros viajes baratos a Calella de Palafrugell para visitarlo.
Descubre los secretos que encierran sus estrechas calles, anquilosadas en un pasado donde las familias que aquí vivían se dedicaban exclusivamente a la pesca una realidad casi extinta que le otorga ese aire de nostalgia tan difícil de encontrar y tan anhelado por todos.
No dejes escapar uno de los muchos viajes a Calella y prepárate para admirar alguna de sus pequeñas calas, como la playa del Golfet, encajada en una ensenada natural entre impresionantes riscos que le confiere ese aire íntimo y familiar y si no te quieres alejar demasiado del centro, sumérgete en las aguas cristalinas de la playa d’en Calau y disfruta del gentío y la vida de las calles aledañas. Por supuesto, la gastronomía desempeña un papel importantísimo en la historia de Palafrugell. Los garoines, unos erizos de mar que harán las delicias de los más atrevidos.
Si mientras disfrutas de tu paquete de vacaciones en Calella te apetece cambiar de aires, tienes a tu disposición un sinfín de rutas que te permitirán descubrir los hipnóticos panoramas que brindan los alrededores. Cálzate las botas y recorre la ruta GR-92, que regala unas vistas de la costa del Mediterráneo sin parangón. Y si prefieres ir sobre dos ruedas, no puedes perderte los cientos de kilómetros de senderos adaptados para bicicletas, que harán las delicias de los más aventureros.
Por lo especial de sus playas, por una naturaleza increíble, por las fiestas y mercados, por la gastronomía… Hay motivos de sobra para visitar esta joya catalana. Si aún no lo has hecho, ¿a qué esperas? No te arrepentirás.