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Nos encontramos con una casa rural que no se parece en nada a las fotos del anuncio. La casa está sucia, descuidada y peligrosa, llena de insectos y con falta de mantenimiento. El baño huele excesivamente a tubería, lo que es imposible ignorar. Hay enchufes salidos de la pared, algunos no funcionan, y otros tienen partes arrancadas con cables al aire. Muchas ventanas no tienen persianas, lo cual es inusual en España. Hay humedades sin pintar ni arreglar, y la decoración está rota sin reparar. Encontramos ropa interior de otros inquilinos entre la ropa de cama. En el salón había cristales en el suelo y excrementos de pájaro, las mesas estaban peligrosamente dañadas, y la chimenea no estaba limpia. La cafetera que aparecía en las fotos no existía, y los sofás estaban destartalados y rotos. Las escaleras hacia el segundo piso tenían clavos salidos, lo que es muy peligroso. La cocina estaba llena de grasa, el frigorífico y el congelador tenían baldas faltantes, y no había un cubo de basura adecuado. La puerta de la cocina se cayó al abrirla, y el horno estaba tan sucio que olía a quemado al encenderlo. Encontramos restos de animales muertos en el césped, lo cual es alarmante. La maquinaria de mantenimiento estaba sin recoger, y la piscina tenía verdín y le faltaba la tapa de la depuradora. Las tumbonas estaban rotas, y la barbacoa ni la usamos. Además, había un perro mastín encerrado con excrementos cercanos, lo que añadía más incomodidad a nuestra estancia.
Elena V.
Se alojó 2 noches en septiembre de 2024