La céntrica zona de Plein, en Bergen, es un punto de reunión habitual de turistas y lugareños, gracias a su gran oferta de historia, cultura, relax y gastronomía. Recorre las tiendas, cafeterías y restaurantes situados en las callejuelas que se extienden alrededor de las ruinas de una antigua iglesia.
Desde Plein podrás llegar a pie al Gemeentemuseum Het Sterkenhuis, una casa museo que te permite conocer cómo era la vida campesina en Bergen durante los siglos XVIII y XIX. Podrás ver objetos antiguos como una prensa para queso, ropa tradicional, muebles, grabados y pinturas de Bergen a lo largo de las distintas épocas. En el museo se expone una interesante selección de mapas topográficos antiguos de la región de Bergen, algunos realizados a finales del siglo XVI incluso.
En las calles aledañas encontrarás heladerías, cafeterías y boutiques. A poca distancia se extiende el campo comunal donde se alzan las ruinas de una iglesia del siglo XV (Ruïnekerk). Esta iglesia, dedicada a los santos Pablo y Pedro fue destruida a finales del siglo XVI, aunque se llevaron a cabo algunas reconstrucciones posteriores. En los meses más cálidos se celebran conciertos de música de cámara. Durante el resto del año podrás escuchar desde Bach hasta música tradicional irlandesa. Y si viajas a Bergen en Navidad, podrás ver el coro de Navidad, que no solo canta villancicos, sino también pop, rock y soul.
Pon a prueba tu técnica en el antiguo minigolf Midgetgolfbaan "De Merelhof”, en funcionamiento desde 1954. Los campos están rodeados de un bosque, cerca del Ruïnekerk. Se puede visitar entre mayo y octubre. Si quieres, puedes alquilar una bicicleta y pedalear hasta la orilla del mar del Norte, a 20 minutos de Plein en dirección oeste.
O prueba la comida indonesia, una de las gastronomías primordiales en la dieta holandesa, en los restaurantes de las pequeñas callejuelas que se extienden alrededor de Plein. Prueba el “rijsttafel”, con arroz y hasta 40 platos diferentes de carne y otros bocados picantes y sabrosos. Para acompañar la comida, nada como las cervezas holandesas, entre las que destacan la Heineken, la Grolsch y la Amstel.
