Lilla Sand

Es un hotel muy bien ubicado, las cerraduras al entrar al hotel y al cuarto son electrónicas así que esto facilita no tener que llevar una tarjeta y entrar a la hora que sea a pesar de estar cerrado, es un hostel muy pequeño pero muy bonito, el diseño que tiene es muy atractivo y es comodo en general. La chica de la recepción muy amable, nos ayudo en todo lo que pedimos, llegamos un poco antes y nos recibio las maletas sin costo, así que excelente atención de su parte. Por otro lado, me parece que se debe mejorar mucho la comunicación con el cliente, el hotel no da la dirección de manera correcta así que es necesario estar preguntando o buscando entre las calles donde esta la entrada al mismo, otro detalle muy molesto, fue que rentamos una habitación con baño, y resulta que no tenía regadera, así que resulto lo mismo haberla contratado sin baño, el rentar la habitación con baño siginifico una cantidad considerable adicional, lo que hace que la habitación no vale lo que se pago por la comodidad de tener baño propio.

Habitación amplia con mesa y sillas, lugar limpio y decorado, muy bonito. Súper recomendable

Está a la vuelta del Palacio, del museo Nobel y de la Catedral, en pleno Stan Malm y no se oye nada de escándalo en las noches, si las campanadas pero muy poco